Discurso: 1 de septiembre de 2001
<Discursos del Presidente George W. Bush
Buenos días.
Este lunes, los estadounidenses celebrarán el Día del Trabajo.
Es un día para aplaudir a la persona más productiva en el mundo: el trabajador estadounidense. Sea que usted trabaje en una granja, en una oficina, o en una fábrica – sea que diseñe chips para computadoras, construya casas, o sea maestro de escuela - sea que recién empiece o que ya haya establecido su compañía comenzando de cero: su país le agradece por su labor.
La productividad en este país es tan elevada porque los estadounidenses trabajan duro - y con inteligencia. Cuando el Congreso reconoció el feriado del Día del Trabajo en 1894, la mayoría de los empleos en este país requerían sólo una espalda fuerte y manos dispuestas a trabajar. Hoy en día, los buenos empleos exigen habilidades matemáticas - conocimientos técnicos - y grandes aptitudes de lectura. El progreso de nuestra economía - y el futuro de nuestros hijos - comienza en la sala de clase. Y es por eso que la educación debe ser la primera prioridad de nuestra Nación.
En este época del año, muchos de nuestros hijos ya han vuelto a la escuela y otros están por hacerlo. El Congreso también regresa de su receso de verano. Y dejó atrás un asunto pendiente mi plan de reforma educativa.
Distintas versiones de este plan han pasado por la Cámara de Representantes y el Senado. Ahora, el Congreso debe producir una única ley que incorpore las profundas reformas que yo he propuesto. Es menester que esta ley tenga garras - que mantenga normas claras, requiera exámenes regulares y que incorpore una verdadera responsabilidad por los resultados .
Nuestros hijos necesitan la ayuda que brindará mi plan educativo un nuevo compromiso a la lectura - y una intervención temprana para ayudar a los que se queden atrás.
Nuestros educadores deben prepararse para la nueva era de responsabilidad que llega a nuestras escuelas. Mientras más rápido actué el Congreso, más tiempo tendrán los educadores para prepararse. Si el Congreso se demora porque cae en juegos políticos, pondrá en riesgo a otra generación de estudiantes.
La ley de reforma educativa que yo apyo ofrece nuevos recursos a las escuelas. A cambio, exige mejoras en matemáticas y lectura - comprobadas con exámenes - en cada escuela de los Estados Unidos. Normas más elevadas conducirán a una educación de mejor calidad - pero el cumplir con esas normas exigirá una planificación minuciosa. Cada día cuenta - y mientras más pronto comencemos, mejor. Queremos comenzar por adoptar reformas este año escolar, para que estén vigentes y se puedan implementar a principios del próximo año escolar. Hemos hecho buen progreso. Ahora tenemos que terminar nuestra labor.
Siempre hay algo apasionante en el nuevo año escolar: las caras ávidas - nuevos libros y zapatos - los corredores de los colegios flamantes de limpios. Es un nuevo comienzo y una nueva oportunidad. Esto es cierto para los estudiantes, los maestros y también para el Congreso. Me dará gusto darle le bienvenida de regreso a Washington al Congreso - y a una nueva sesión de trabajo. Juntos, podemos hacer que este año sea uno de logros. Reto al Congreso a que me envíe para firmar una buena ley de reforma educativa - y que me la envíe rápidamente. Para que nuestros hijos regresen el año entrante a escuelas que los preparen para buenos empleos, por muchos Días del Trabajo por venir.
Gracias por escuchar.
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