Discurso: 1 de noviembre de 2008
<< Discursos del Presidente George W. Bush
Buenos Días.
El martes es el día de las elecciones. Tras meses de debates enérgicos y una vigorosa campaña, ha llegado el momento de que los estadounidenses tomen decisiones importantes sobre el futuro de nuestra nación. Aliento a todos los estadounidenses a acudir a las urnas y votar.
La temporada de elecciones saca a relucir el espíritu competitivo de nuestros partidos políticos, y esa competencia es un aspecto esencial de una democracia saludable. Pero al concluir las campañas, republicanos, demócratas e independientes pueden encontrar afinidad con respecto a por lo menos un punto: nuestro sistema de democracia representativa es una de las mayores cualidades de Estados Unidos.
Estados Unidos fue fundado en base a la convicción de que todos los hombres son creados iguales. Cada vez que hay elecciones, millones de estadounidenses de todas las razas, religiones y orígenes entran a cabinas de votación en todo el país. Sean ricos o pobres, ancianos o jóvenes, cada uno de ellos participa de igual manera en la elección del camino que seguirá nuestro país. Y cada voto que emiten es un recordatorio de que los principios sobre los que se fundó nuestra nación siguen sanos y salvos.
El voto es uno de los grandes privilegios que otorga la ciudadanía estadounidense y siempre ha requerido de valientes defensores. Al dirigirse a las urnas la próxima semana, recuerden los sacrificios que han hecho muchas generaciones de estadounidenses que vistieron el uniforme para preservar nuestra forma de vida. Desde Bunker Hill hasta Bagdad, los hombres y mujeres de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos han sido abnegados guardianes de nuestra democracia. Todos nosotros les debemos especial gratitud a ellos y sus familias el día de las elecciones.
Los estadounidenses también deben recordar que nuestras elecciones sientan un importante ejemplo en todo el mundo. Democracias jóvenes como Georgia y Ucrania, Afganistán e Iraq, tienen en Estados Unidos la prueba de que la autonomía puede perdurar. Y los países que aún viven bajo la tiranía y la opresión pueden encontrar esperanza e inspiración en nuestra devoción por la libertad.
Durante más de dos siglos, los estadounidenses han demostrado la capacidad de las personas libres de escoger a sus propios líderes. Nuestra nación ha florecido debido a su compromiso de confiar en la sensatez de nuestros ciudadanos. En las elecciones de este año, veremos la continuación de esta tradición. Y recordaremos una vez más que es una bendición vivir en una nación libre guiada por la voluntad del pueblo.
Gracias por escuchar.
Este documento pertenece al Gobierno de los Estados Unidos de América y se encuentra en dominio público. |