Discurso: 1 de febrero de 2003


<Discursos del Presidente George W. Bush


Buenos días.

A principios de esta semana informé al pueblo estadounidense sobre el estado de nuestra unión. Pedí al Congreso que se uniera a mí para responder a los grandes desafíos que enfrenta nuestra Nación, con la valentía y la resolución que exigen nuestros tiempos.

Trabajando juntos, fortaleceremos a nuestra economía y sentaremos las bases para el crecimiento sostenido a fin de que toda persona que quiera trabajar pueda encontrar un empleo. Modernizaremos a Medicare para asegurarnos que las personas mayores puedan escoger la cobertura que mejor les convenga, incluyendo cobertura para medicinas recetadas. Reformaremos el sistema de responsabilidad médica en Estados Unidos para reducir las excesivas demandas legales que hacen subir el costo de la atención médica. Haremos a Estados Unidos menos dependiente de fuentes extranjeras de energía, acelerando el desarrollo de automóviles libres de polución que operen a base de hidrógeno. Renovaremos la esperanza de tener reforma en el sistema de asistencia social, y apoyaremos a los grupos basados en la fe y comunitarios que traen esperanza y cura a niños que necesitan mentores, y a hombres y mujeres que luchan contra la adicción a las drogas.

Las cualidades de valentía y compasión que nos esforzamos por lograr en Estados Unidos también determinarán nuestra conducta en el extranjero. En todo el mundo, estamos enfrentando la amenaza del terrorismo para lograr un mundo más seguro, y estamos enfrentando los graves peligros que representan los regímenes fuera de la ley. Al mismo tiempo, Estados Unidos puede hacer que este mundo sea mejor, trayendo los poderes piadosos de la medicina moderna a personas que tienen grandes necesidades.

Hoy en día en África, cerca de 30 millones de personas tienen el virus del SIDA - incluyendo a tres millones de niños menores de 15 años de edad. Para afrontar esta crisis cada vez más creciente, estoy proponiendo el Plan de Emergencia para Alivio del SIDA. Esta plan integral evitará siete millones de nuevas infecciones de SIDA. tratará por lo menos a dos millones de personas con medicamentos que extenderán sus vidas. y ofrecerá cuidado humanitario a millones de personas que padecen del SIDA y a niños a quienes el SIDA ha dejado huérfanos. Instalaciones en África tendrán la medicina para tratar el SIDA - ya que será comprada con fondos provenientes de Estados Unidos. Le estoy pidiendo al Congreso que comprometa 15 mil millones de dólares para luchar contra el SIDA en el extranjero en los próximos cinco años, comenzando con dos mil millones de dólares en 2004. Con este plan, y nuestros esfuerzos existentes y continuos, casi se triplicará nuestro gasto anual en la lucha global contra el SIDA, la malaria y la tuberculosis.

Nuestros esfuerzos para combatir el SIDA en África se hacen más difíciles debido a la severa escasez de alimentos que aflige al continente - una crisis que afecta hasta 30 millones de personas en África meridional y en el noreste del África, particularmente en Etiopia. El hambre, la enfermedad y la desolación han dejado a la gente en todo el continente aún más vulnerable a los efectos del SIDA.

Estados Unidos está dando de comer a quienes tienen hambre en todas partes de la tierra - más de 60 por ciento de la ayuda alimenticia de emergencia viene como regalo del pueblo de Estados Unidos.

Usando como base a este compromiso, mi presupuesto para 2004 estipula más de mil millón de dólares para satisfacer la emergencia global en necesidades de alimentos. Hoy anuncio una nueva propuesta para un Fondo de Hambruna de 200 millones de dólares - para traer asistencia inmediata al África y a otras regiones que están al borde de la hambruna. Dinero del fondo estará disponible para comprar suministros de alimentos directamente, o para apoyar a campesinos en la producción de alimentos. Alentaremos a nuestros amigos en todo el mundo para que establezcan fondos similares, y aplicaremos nuestros recursos aunados para proporcionar la mayor ayuda a los países afligidos por la hambruna.

Mediante todos nuestros esfuerzos de lucha contra las enfermedades y la hambruna, podemos salvar a personas en muchos países de un sufrimiento indecible. En África especialmente, millones están enfrentando grandes aflicciones, pero con nuestra ayuda no las enfrentarán solos. Estados Unidos tiene un llamado especial para ayudarlos, y lo haremos - con la compasión y generosidad que siempre han definido a los Estados Unidos.

Gracias por escuchar.



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