Discurso: 17 de septiembre de 2005


<< Discursos del Presidente George W. Bush


Buenos Días. Esta semana visité Mississippi y Luisiana, e informé a la Nación sobre nuestra estrategia para ayudar a nuestros vecinos en estas áreas devastadas a recuperarse y reconstruir. Como consecuencia de Katrina hemos visto a nuestros conciudadanos desarraigados de sus hogares, buscando a sus seres queridos y llorando por los que han fallecido. Estas escenas nos han llegado al corazón, y han hecho que toda nuestra Nación tome acción. Y el derroche de compasión ha enviado un mensaje claro a las víctimas de esta tormenta: nuestra Nación entera se preocupa por ustedes - ustedes no están solos.

La recuperación de la región de la Costa del Golfo será uno de los mayores esfuerzos de reconstrucción que el mundo jamás haya visto - y yo he hecho una promesa al pueblo estadounidense: a lo largo del área azotada por el huracán ayudaremos a nuestros ciudadanos a reconstruir sus comunidades y sus vidas. Nuestra estrategia se basa en tres compromisos:

Nuestro primer compromiso es el de satisfacer las necesidades inmediatas de aquellos que tuvieron que abandonar sus hogares y dejar atrás todas sus posesiones. Hasta esta semana más de 500,000 familias evacuadas han recibido ayuda de emergencia para comprar alimentos, ropa y otros bienes esenciales - y recibirán una ayuda más amplia en el futuro. He pedido, y el Congreso ha proporcionado, más de 60 mil millones de dólares - una respuesta sin precedentes a una crisis sin precedentes.

Nuestro segundo compromiso es el de ayudar a los ciudadanos de la Costa del Golfo a rehacer sus vidas y reconstruir sus comunidades. Nuestra meta es desalojar a las personas de los albergues hasta mediados de Octubre. De modo que estamos dando ayuda directa a las personas evacuadas para permitirles alquilar departamentos, y estamos comenzando a traer casas móviles y traileres para uso temporal en zonas afectadas. También ayudaremos a proporcionar alojamiento para los muchos trabajadores que reconstruirán las ciudades en la región, de modo que la reconstrucción pueda avanzar rápidamente. Para aliviar la carga sobre las instalaciones locales de atención médica en las zonas del desastre, estamos enviando médicos y enfermeras adicionales y estableciendo centros comunitarios de salud temporales bien dotados. Varios estados han acogido a personas evacuadas y les han mostrado gran compasión - admitiendo niños a las escuelas, y ofreciendo atención médica. Por lo tanto trabajaré con el Congreso para asegurar que estos estados sean rembolsados por estos gastos adicionales.

Nuestro tercer compromiso es el de asegurar que las comunidades que reconstruyamos sean mejores y más fuertes. De esta tragedia surge la oportunidad de aprovechar el buen y bondadoso espíritu de Estados Unidos y ofrecer nueva esperanza a los barrios que estaban sufriendo antes de la tormenta. Nuestros esfuerzos de reconstrucción serán guiados por ciertos principios: cuando las ciudades serán reconstruidas, aquellas ciudades deberán tener muchos nuevos negocios, incluyendo negocios que sean propiedad de grupos minoritarios. Al reconstruir casas, más familias deberán ser dueñas de estas casas en lugar de alquilarlas.

Para lograr estos objetivos, he propuesto la creación de una Zona de Oportunidad del Golfo en la zona del desastre - con alivio tributario inmediato y otros incentivos para la creación de empleos. Y para fomentar el ser dueño de casa, he propuesto una nueva ley de protección de tierras urbanas que identificaría propiedad en la región que le pertenezca al gobierno federal y ofrecería lotes a ciudadanos de bajos ingresos libre de costo, a través de una lotería. A cambio ellos se comprometerían a construir en el lote ya sea con una hipoteca o con ayuda de una organización de fines caritativos como Hábitat para la Humanidad. Al reconstruir hogares y negocios, renovaríamos nuestra promesa de ser una tierra de igualdad y decencia. Y un día, los estadounidenses mirarán hacia atrás a la respuesta al Huracán Katrina y dirán que nuestro país creció no sólo en prosperidad sino también en carácter y en justicia.

Nuestros ciudadanos han respondido a esta tragedia con acción y con oración - y pedimos el consuelo de Dios para los hombres y mujeres que han sufrido tanto. Rogamos que los extraviados encuentren un regreso salvo y que aquellos que perecieron encuentren santo descanso. Y pedimos la fuerza del Todopoderoso para la difícil labor que nos espera.

En la vida de nuestra Nación, hemos visto que cosas maravillosas son posibles cuando actuamos con la gracia de Dios. De los escombros de hogares destruidos, podemos ver los comienzos de nuevos barrios vibrantes. De la desesperación de vidas despedazadas, podemos ver la esperanza del renacimiento. Y de lo más profundo de la oscuridad, podemos ver un brillante amanecer que se eleva sobre la Costa del Golfo y de la gran ciudad de Nueva Orleáns.

Gracias por escuchar.


Este documento pertenece al Gobierno de los Estados Unidos de América y se encuentra en dominio público.