Discurso: 17 de febrero de 2007
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Buenos Días. Hoy quisiera hablarles sobre una prioridad urgente para nuestra Nación - la de enfrentar los costos crecientes del cuidado de la salud.
En mi discurso sobre el Estado de la Nación invité a los Demócratas y los Republicanos en el Congreso a trabajar con mi administración para reformar el sistema de cuidado de la salud. En las últimas semanas, he discutido mis propuestas para el cuidado de la salud con ciudadanos en todo el país. La próxima semana visitaré un hospital en Tennessee para escuchar directamente de las personas que no tienen acceso a un cuidado de la salud básico y económico. También me reuniré con un panel de expertos en la Casa Blanca para discutir cómo podemos crear un mercado vibrante donde las personas puedan comprar su propio seguro de salud.
El problema con nuestro sistema actual es evidente: Los costos de la atención médica están subiendo rápidamente - más de dos veces más rápido que los salarios. Estos costos crecientes están haciendo subir el precio del seguro de la salud, y haciendo más difícil para que las familias que trabajan puedan pagar la cobertura. Estos costos crecientes también hacen más difícil que las pequeñas empresas puedan ofrecer cobertura de salud a sus empleados. Debemos enfrentar estos costos crecientes, de modo que más estadounidenses puedan pagar por seguro de salud básico privado.
Una de las maneras más prometedoras para que la cobertura privada sea más económica y asequible es reformando el código tributario. Hoy en día el código tributario injustamente sanciona a las personas que no obtienen seguro de salud a través de sus empleos. Si usted compra seguro de salud por su cuenta, paga mucho más, después de impuestos, que si lo obtuviera a través de su empleo. Yo he propuesto terminar con esta predisposición injusta en el código tributario mediante la creación de una deducción estándar en los impuestos para cada estadounidense que tenga seguro de salud - ya sea que lo obtenga por medio de su empleo o por su cuenta. Por ejemplo, cada familia que tenga seguro de salud recibiría una deducción de 15,000 dólares en sus impuestos. Esta deducción también se aplicaría a impuestos por nómina, de modo que hasta los que no pagan impuestos sobre los ingresos tendrían beneficio. Los estadounidenses merecen igualdad de condiciones. Si usted es empleado por cuenta propia, agricultor, ranchero, o empleado en un pequeño negocio, usted debería recibir la misma ventaja tributaria como aquellos que obtienen su seguro de salud a través de su empleo en un negocio grande.
Al mismo tiempo, he propuesto subvenciones para "Opciones Económicas" para ayudar a los estados a ofrecer cobertura para los que no tienen seguro. Los gobernadores en todo el país han propuesto ideas innovadoras para la reforma del cuidado de la salud. Bajo mi propuesta, los estados que pongan el seguro de salud básico privado a disposición de todos sus ciudadanos recibirían fondos federales para ayudarles a proporcionar cobertura a los pobres y a los enfermos. La próxima semana, los gobernadores de la Nación vendrán a Washington a discutir desafíos que enfrentan sus estados. Le he pedido a mi Secretario de Salud y Servicios Humanos - Mike Leavitt - que se reúna con los gobernadores para discutir maneras en que podamos trabajar juntos para ayudar a reducir el número de estadounidenses sin seguro.
Reformar el cuidado de la salud es una prioridad bipartita. A principios de esta semana me dio gusto recibir una carta de 10 senadores - cinco Demócratas y cinco Republicanos - quienes expresaron su deseo de trabajar juntos sobre la reforma del cuidado de la salud. Espero discutir sus propuestas y escuchar más sobre sus ideas. Agradezco el compromiso de este grupo bipartito de trabajar con mi Administración - y seguiré cruzando líneas partidarias a fin de aprobar reformas del cuidado de la salud que tengan sentido común.
En base a mis conversaciones con Demócratas y Republicanos, está claro que ambos partidos reconocen que una de nuestras responsabilidades más importantes es fortalecer el cuidado de la salud para todos los estadounidenses. Confío que si ponemos la política a un lado, podemos encontrar maneras prácticas para mejorar nuestro sistema de cuidado de la salud privado - y ayudar a millones de estadounidenses a disfrutar de mejor atención, nuevas opciones y vidas más saludables.
Gracias por escuchar.
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