Discurso: 15 de marzo de 2008
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Buenos Días.
El viernes viajé a la ciudad de Nueva York para hablar sobre el estado de nuestra economía. Este es un tema que ha sido motivo de preocupación para familias a lo largo de Estados Unidos. A largo plazo, podemos confiar que nuestra economía seguirá creciendo, pero a corto plazo es evidente que el crecimiento ha disminuido.
Afortunadamente apreciamos esta pérdida de velocidad en su debido tiempo y tomamos acción para estimular a nuestra economía. Mi administración colaboró con el Congreso para aprobar un paquete bipartito de crecimiento económico que incluye alivio tributario para familias así como incentivos para inversión comercial. Sancioné este paquete el mes pasado – y sus disposiciones apenas están comenzando a surtir efecto. Mi equipo económico, junto con muchos expertos externos, esperan que el paquete de estímulos tendrá un efecto positivo sobre nuestra economía en el segundo trimestre. Y esperan que tenga un efecto aún más fuerte en el tercer trimestre cuando se sentirán los plenos efectos de los 152 mil millones de dólares en cortes tributarios.
Una causa principal de la pérdida de velocidad del crecimiento económico ha sido la baja en el mercado de la vivienda. Yo considero que el gobierno puede tomar acción sensata y enfocada para ayudar a dueños de casa responsables a superar este momento difícil. Pero debemos hacerlo con un propósito claro y con gran cuidado – ya que las acciones del gobierno suelen tener consecuencias de gran alcance e involuntarias. Si perseguimos algunas de las soluciones gubernamentales generalizadas de las que se oye hablar en Washington, podríamos aún empeorar a un problema por sí complicado – y terminar perjudicando a muchos más dueños de casa de los que ayudemos.
Por ejemplo, una propuesta sería dar a los tribunales de quiebras la autoridad para reducir deudas hipotecarias por fallo judicial. Esto haría más difícil poder financiar una casa en el futuro ya que los bancos cobrarían tasas de interés más elevadas para cubrir este riesgo.
Algunos en Washington dicen que el gobierno debería tomar acción para artificialmente aumentar los precios de la vivienda. Es importante comprender que esto perjudicaría a millones de estadounidenses. Por ejemplo, muchas parejas de jóvenes que busquen comprar su primer hogar se verían eliminados del mercado debido a precios inflados. Actualmente el mercado se está auto-corrigiendo, y demorar esa corrección sólo prolongaría el problema.
Mi Administración se opone a estas propuestas. En su lugar, estamos concentrados en ayudar a un grupo identificado de dueños de casa – aquellos que han tomado decisiones de compra responsables, y que podrían evitar la ejecución de su hipoteca con un poco de ayuda. Hemos tomado tres pasos claves para ayudar a estos dueños de casa.
Primero, lanzamos un nuevo programa que le da a la Administración Federal de la Vivienda mayor flexibilidad para ofrecer refinanciamiento a dueños de casa que actualmente estén con dificultades pero que tengan buenos historiales de crédito. Segundo, ayudamos a establecer la Hope Now Alliance, que está facilitando el proceso para refinanciar y modificar muchas hipotecas. Tercero, el gobierno federal está tomando medidas reguladoras para que el mercado de la vivienda sea más transparente y equitativo a largo plazo.
Y ahora el Congreso necesita construir sobre estos esfuerzos. Los miembros necesitan aprobar legislación para reformar a Fannie Mae y Freddie Mac… modernizar a la Administración Federal de la Vivienda... y permitir a las agencias estatales de la vivienda emitir bonos libres de impuesto para ayudar a los dueños de casa a refinanciar sus hipotecas.
El Congreso también necesita tomar otras medidas para ayudar a nuestra economía durante este período de incertidumbre. Los miembros necesitan hacer permanente el alivio tributario que aprobamos… reducir gastos poco económicos… y abrir nuevos mercados para bienes, servicios, e inversiones estadounidenses.
Tomando estos pasos, y evitando malas decisiones de política, veremos fortalecer a nuestra economía a medida que avance el año. A medida que tomemos acción decisiva, tendremos en mente lo siguiente: cuando se conduce un automóvil por un mal trecho de carretera, una de las peores cosas que se puede hacer es sobre-corregir. Eso suele resultar en pérdida de control y puede llevar al automóvil a una zanja. Conducir sobre un trecho malo exige una mano firme al timón y la vista bien puesta en el horizonte. Y eso es exactamente lo que vamos a hacer.
Gracias por escuchar.
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