Diccionario etimológico de las voces chilenas derivadas de lenguas indígenas americanas/Ortografía

Ortografía i Pronunciacion

§ 99. Para apreciar la ortografía i la pronunciacion de las palabras hispano-americanas de oríjen indio hai que tomar en cuenta primero el valor que los conquistadores i los misioneros atribuian a las letras castellanas; así se podrá averiguar el significado de la ortografía que usaron al escribir las lenguas indíjenas, sea en conjunto i sistemáticamente en los tratados gramaticales i lexicográficos i en los libros de devocion, o sea oportunamente al apuntar voces aisladas en las crónicas. En segundo lugar es indispensable conocer la pronunciacion castellana actual del bajo pueblo.

Los detalles de esta investigacion irán en la segunda parte de esta obra. Aquí se trata solo de dar un resúmen que permita apreciar la ortografía usada en el diccionario.

La pronunciacion castellana del siglo XVI conservaba los siguientes sonidos, en parte perdidos hoi en la pronunciacion de la lengua literaria:

h, sonido áfono fricativo producido por estrechez en la glótis, probablemente acompañado de ruidos fricativos producidos por acercamiento de la última parte del dorso de la lengua hácia el velo del paladar.

El sonido provenia principalmente del debilitamiento de una f inicial latina, i se escribia h.

x (sh) [1] sonido áfono fricativo dorso supra-alveolar (mas o ménos parecido a la ch francesa, sh inglesa, sci italiana).

j, g (zh) el correspondiente sonido sonoro, escrito j o g (ante e, i) (parecido a la j francesa).

c, ç (θ) sonido áfono fricativo ápico-dental (= th del ingles thick).

z (δ) el correspondiente sonido sonoro (= th del ingles that).

ss o s inicial (s), sonido áfono ápico-alveolar (= s inicial castellana).

s intervocal (z), sonido sonoro ápico-alveolar. (= z o s intervocal del frances zône, rose).

§ 100 Hai algunas otras dificultades en la ortografía castellana del primer siglo de la conquista, que se esplican por el uso histórico (etimolójico) de ciertas letras i combinaciones de letras. Desgraciadamente si prescindo de las reimpresiones diplomáticas de obras lingüísticas hechas por Julio Platzmann, i de algunas obras de Valdivia editadas por J. T. Medina, no he tenido a la vista ninguna publicacion americana de los primeros siglos en su ortografía orijinal.

Es un abuso, científicamente imperdonable, que todos los cronistas i libros antiguos de Chile (iguales en eso a casi todas las publicaciones españolas) se hayan reimpreso, i aun publicado por primera i única vez en ortografía modernizada. Verdad es que en jeneral se ha respetado la ortografía orijinal de los nombres propios i quizas a menudo la de las voces exóticas de oríjen americano; pero no hai ninguna garantía. Mas, lo peor de todo son reimpresiones que aparentemente conservan la ortografía orijinal, i por falta de conocimientos filolójicos la echan a perder con jeneralizaciones i uniformaciones mal hechas. Un verdadero peligro para los incautos es a este respecto la edicion de Oviedo hecha por Amador de los Rios en que abundan las x i ç imposibles en medio de las formas correctas. En vista de estas circunstancias me he resuelto a uniformar la ortografía de todas las citas, con escepcion de las palabras de oríjen indio, que doi en la forma en que las encuentro. Citas en forma orijinal, copiadas de ediciones fidedignas, van especialmente marcadas por comillas.

***

§ 101. La ortografía moderna castellana, aunque fácilmente seria susceptible de mejoras [2], es bastante buena i clara para evitar toda duda de interpretacion, supuesto que se la aplique con cuidado. Desgraciadamente hai un caso en que la dificultad, o mas bien la poca comodidad de la ortografía ha causado innumerables errores.

§ 102. Me refiero a la escritura de la consonante w mui frecuente en las lenguas americanas, que fonéticamente definida es una u consonatizada, o, una u con exajeracion de la estrechez labial i mui particularmente de la estrechez dorso-velar. El uso de hecho vacila continuamente entre gu i hu; algunos gramáticos han propuesto la cuestion teórica i la han decidido con poca suerte.

Rodriguez, en el prólogo de su Diccionario de Chilenismos aboga por la escritura gua, pero hue, hui, con la razon de que esas escrituras prevalecen en castellano; en los siglos pasados la mayor parte de los cronistas querian escribir hua, güe, güi; pero no siendo constante el uso de la crema, resulta con suma frecuencia la escritura ambigua gue, gui.

Deseo justificar contra la razon aparente de Rodriguez mi decision, que es escribir sin escepcion hu ante todas las letras, en voces americanas, con prescindencia de toda otra ortografía.

El sonido de la u consonantizada [3], que fonéticamente se escribe con la w inglesa, habia sido la pronunciacion normal de la u latina al lado de vocal; latin uinos, qui, aqua, quantos, se pronunciaba winos, kwi, akwa, kwantos. Al comienzo de la sílaba el sonido pasó a v, que en castellano era consonante sonora fricativa bilabial, pero sin friccion dorso-velar. Cuando este cambio se habia verificado se presentó otra vez el mismo sonido a los españoles en boca de los jermanos: warjan, werra, wisa; no pudiendo escribir en castellano uarir, uerra, uisa, que se habrian leido varir, verra, visa, i notando la friccion dorvo-velar como una articulacion parecida a la de agua lat. aqua, introdujeron los neolatinos en España como en Italia i Francia la escritura guarir, guerra, guisa. Probablemente hubo a la vez la particularidad fonética de que los españoles no podian pronunciar la w inicial, sin hacerla preceder de una consonante sonora fricativa que quizas aveces pasó a la verdadera esplosiva sonora g. En época mui antigua, anterior probablemente a los documentos propiamente castellanos se suprimió el sonido de la w despues de toda k, g seguidas de e, i; así todo gue, gui, llegó a significar ge, gi, en vez de gwe, gwi.

Antes de a hubo tambien cierta tendencia a suprimir la w, pero mucho mas tarde, i nunca se llevó a cabo radicalmente. Así vemos que en el siglo XVI vacila la pronunciacion de qua entre la antigua kw i la moderna ka (cp. cuasi o casi).

Así existia en castellano el grupo ortográfico gua con la pronunciacion gwa, pero habian desaparecido las pronunciaciones gwe, gwi.

Sin embargo, tambien ántes de la época de los documentos castellanos, se habia formado una nueva fuente para el sonido w ante e. La o latina breve acentuada dió en castellano normalmente ue (cp. populum>pueblo, bonum>bueno). Inicial se escribia desde los primeros documentos a menudo, pero no siempre, hue por ue, hueso, huevo, huérfano, etc. La razon de esta h era puramente ortográfica; sin ella ueso, ueno, uérfano, se habrian leido veso, veno, vérfano. La h inicial era una señal segura de que la letra siguiente debia ser vocal [4].

La pronunciacion de esta u sin embargo no es la de pura vocal, sino de media vocal, o u consonantizada, i ella ha recibido desde antiguo, ya mas ya ménos, la misma friccion dorso-velar que tenia la w jermánica. Por eso aparecen ortografías como güeso, güevo, que apénas significan una pronunciacion distinta de la normal.

Tambien la w de voces árabes pasó ante a jeneralmente a gu (p. ej. alguacil) ante e a hu (alcahuete).

Con estos antecedentes no es estraño que los castellanos al encontrarse en América de nuevo con numerosísimas palabras que presentaban el sonido w, hayan vacilado, i que la mayoría de los cronistas escriban gua, gue o hue, i gui o hui. El uso de la crema es raro ántes del siglo XVIII i es incierto hasta los últimos decenios.

Los misioneros, aquellos que estudiaban las lenguas americanas en conjunto, desde los mas antiguos preferian en jeneral la escritura hua, hue, hui, como única manera segura de espresar los sonidos indios. Especialmente cuando la h aspirada de la lengua castellana se habia perdido en la pronunciacion o si la lengua indíjena no conocia el sonido de la h aspirada, no existia el menor inconveniente para usar hu como equivalente de u.

Propiamente bastaria escribir una sola u (uanaco, uano) si no se queria emplear la letra jermánica w (wano, wanaco). Escribir esta combinacion con gua no conviene porque entónces el estranjero está espuesto a creer que estas palabras se pronuncian con g oclusiva, sonido que en la mayor parte de las lenguas americanas importantes para nosotros (quechua, mapuche, nahuatl) no existe. [5]

Si a esto agregamos que ante e, i la escritura con la crema es mui incómoda, no queda ninguna razon en favor de un uso antiguo, por mas que corresponda a las casualidades del desarrollo del castellano i a la costumbre ortográfica de esta lengua. De lo contrario habria que aumentar las reglas ortográficas con una que dijera "el sonido w se escribe ante gu ante a, hu ante e, i, aunque la pronunciacion es una misma" [6].

El que a veces, especialmente despues de n aparezca en la pronunciacion castellana una verdadera g ántes de la w, no altera nada; pues a pesar de todos los gramáticos este sonido no solo se oye en un-guanaco sino tambien en un-güeso, un-güevo aunque se escriba un hueso, un huevo.

§ 103. b, v.

En el tiempo de la conquista existió todavía la b bilabial oclusiva completa entre vocales, que a principios del siglo XVII se confundió con la bilabial fricativa (u oclusiva incompleta) v. Desde entónces la confusion entre b i v que en parte ya habia existido ántes, se hace jeneral. Como en mapuche existe solo un sonido fricativo jeneralmente labio dental (que en algunos dialectos cambia por f) la escritura v es preferible, ya que b podria significar el sonido oclusivo enteramente desconocido en mapuche. Los misioneros siempre han usado v, aunque la escritura b se encuentra en Valdivia i Havestadt de vez en cuando. Segun la antigua costumbre castellana los cronistas escriben a menudo b por v al lado de las vocales o, u.

Sin embargo, me parece mejor introducir la v en todas partes como la ortografía mas racional, a no ser que se trate de palabras mui usadas que se han ya fijado en el uso con b como boldo.

§ 104. c, z, s.

Los autores del siglo XVI, como ya lo dejé indicado mas arriba, distinguieron todavía cuatro sonidos, las dos consonantes dentales, la áfona i la sonora, i las dos alveolares, la áfona i la sonora. Pero desde el siglo XVII todos ellos se confunden en una sola consonante áfona cuya articulacion varía un poco de un pais al otro. En jeneral parece prevalecer la articulacion ápico-alveolar; pero en Chile i la Arjentina se usa casi solamente una s articulada con la parte superior de la punta de la lengua contra la parte inferior de los alvéolos superiores, con participacion de los dientes.

Pronunciándose en la España central dos sonidos, el uno ápico-alveolar s, el otro ápico-dental o interdental z; i no existiendo hoi en ningun pais americano la articulacion de la z castellana, conviene escribir s en todas las palabras de oríjen americano, a no ser que haya alguna voz escrita desde el principio de la conquista con c o z e incorporada en el tesoro comun de la lengua castellana i pronunciada en España con z.

En mapuche hai solo mui pocas palabras con una articulacion parecida a s, o mas bien z (porque el sonido es ápico-posdental). Conviene escribirlas con s porque el chileno no distingue este sonido de su s.

En jeneral el indio chileno no conocia ninguna consonante igual a la s o z' castellana i al aprender la lengua de los conquistadores suprimió la s final de sílaba casi por completo, como lo hace hasta hoi todo chileno [7].

§ 105. r, rr, tr.

El indio chileno no conocia ni la r ni la rr del castellano, pero tenia, i tiene hasta hoi, un sonido parecido, que escribo z'. Es una fricativa relajada (con abertura grande) articulada con la punta de la lengua levantada contra la parte superior de los alveolos (ápico-supraalveolar) mui parecida a la r londinense en palabras como bride, grow, dry, pero un poco mas fuerte.

El indio aprendió la r débil del castellano sin dificultad, pero sustituyó la rr fuerte inicial o media por su sonido de fuerte friccion, pero sin la vibracion característica de la rr castellana.

Existiendo en mapuche una consonante áfona esplosiva impura (es decir seguida de la fricativa correspondiente) ápico-supraalveolar o ápico-prepalatal, escrita por Febrés th, por mí en los Estudios Araucanos t', el indio sustituyó este sonido en vez de la combinacion tr castellana. El sonido es casi exactamente la tr del ingles de Lóndres de try, tree [8].

El castellano tomó el sonido mapuche ya por t ya por tr, de manera que muchas voces de oríjen indíjena vacilan hasta hoi entre las dos formas.

En cuanto a la pronunciacion del castellano en Chile se puede notar que la z' por rr (o r' inicial) i la t' por tr todavía son los sonidos preferidos entre la jente de poca instruccion i no raros en todas las demas clases sociales. Pero se nota que entre la buena sociedad la t' i en menor grado la z' pierden terreno. Ya muchas personas pronuncian solo tr como en otros paises, i no son muchos los alumnos de liceos que encuentran dificultad en pronunciar una rr vibrante.

En el diccionario escribo simplemente r o rr i tr en conformidad con la costumbre castellana.

En el centro de Chile, entre los rios Choapa i Maule, se ha verificado un cambio fonético de la l ante consonante en r, que naturalmente tambien ha atacado las voces indíjenas. Coloco, sin embargo, todas las palabras en el lugar correspondiente a la l i menciono la forma con r como variante dialéctica.

§ 106. h, j.

Existiendo en el castellano del siglo XVI una h aspirada, los gramáticos escribieron con este signo la consonante mas o ménos igual que encontraron en algunas partes de América. por ejemplo mahiz, hava, hamaca. En algunos ejemplos luego se suprimió la h en la ortografia cuando se habia perdido su pronunciacion (maiz), en otros se continúa hoi como signo ortográfico, sin pronunciarse en España ni en Chile (hamaca). Pero como la consonante aspirada h tanto la de oríjen castellano como la americana, conservó su pronunciacion antigua en muchos países americanos (lo mismo que en Andalucía) i como por otra parte la antigua sh i zh (escritas x i g o j) cambió su sonido por el de la jota moderna castellana (que en Andalucía i Centro América coincidió con la h aspirada), en algunas voces se conservó la aspiracion antigua i se introdujo la ortografia j (java o jaba).

Aunque en jeneral seria preferible no escribir ninguna letra muda se puede, en conformidad con la costumbre histórica, conservar la escritura con h cuando antiguamente se ha pronunciado hamaca, humita), pero debe desterrarse toda h de puro lujo (ule por hule).

§ 107. n, ng.

Existe en mapuche un sonido que se ha conservado hasta hoi en pocas palabras chilenas en el Centro meridional i el Sur; es la nasal correspondiente a g, en trascripcion ņ. El sonido existió siempre en castellano como normal de la n ante consonante dorso-pospalatal o velar k, g, j,(blaņco, gaņga, loņja). Esta nasal hoi es mui comun en España en vez de toda n final de palabra i en muchas a finales de sílaba. Particularmente se ha hecho comun en Méjico. toda la América Central i gran parte de la América del Sur, pero con esclusion de Chile i la República Arjentina.

En Chile se habia conservado el uso del sonido indio ņ, en muchas palabras, quizas hasta fines del siglo XVIII; hoi vive solo en escasos restos dialécticos. Inicial lo conozco solo en la palabra ņao, (antiguo gadu, es decir ņadu) usada al Sur del Maule, entre vocales en liņe por lingue i algunas palabras mas. Por lo demas el sonido ha sido sustituido por n, ñ, m i aun por hu. Coloco la letra ņ en el alfabeto despues de ñ.

§ 108. ll, y.

Tanto el mapuche como el quechua i aimará conocen la ll, en trascripcion fonética ʎ, igual a la castellana (consonante sonora dorso-supraalveolar oclusiva con abertura lateral). Esta articulacion se ha trasformado en y talvez en la mayor parte de todos los pueblos hispano-americanos. Sin embargo en Chile solo el Centro, de Choapa a Maule, ha perdido la ʎ confundiéndola con la y. Lo inismo ha sucedido en Chiloé. El Norte, el Centro meridional i el Sur conservan la ll. Escribo por esto ll en todos los casos en que las lenguas indíjenas dan ll. Es inadmisible escribir (con Rodriguez) cayampa, cuando muchos chilenos todavía dicen claramente callampa.

§ 109. d intervocal.

La d entre dos vocales ha ido debilitándose en castellano desde ántes de la conquista. En las segundas personas del plural en -ades, -edes, -ides ya estaba perdiéndose a fines del siglo XV i se perdió por completo dentro del siglo siguiente. Pero en el lenguaje vulgar de Chile se ha perdido casi por completo [9]; i aun en la conversacion de la buena sociedad apénas queda un débil resto de la articulacion. Si conservo no obstante la letra en los participios en -ado, lo hago solo por razones literarias i por amor a la uniformidad de la escritura. Es claro que en palabras como ahuasado nadie pronuncia la d.

Escritura de las lenguas indias

§ 110. No puedo tratar estensamente de la escritura i pronunciacion de todas las lenguas americanas que de vez en cuando tendré que citar en las etimolojías: esplicaré lo indispensable en cada caso aislado de las pocas voces haitianas, mejicanas i guaraníes que han llegado hasta Chile. Aquí solo debo enumerar los sonidos especiales del mapuche i del quechua i aimará, con su varia escritura, segun los autores.

§ 111 Mapuche

Las obras antiguas que tratan de la lengua de los indios de Chile son las siguientes:

1. Luis de Valdivia, Arte i Gramática jeneral de la lengua que corre en todo el Reino de Chile con un vocabulario i confesionario... Lima, 1606.

2. Bernardus Havestadt, Chilidúg'u, sive Res Chilenses... Monasterii Westphaliæ, 1777, dos tomos.

3. Andres Febrés, Arte de la lengua jeneral del reino de Chite con un vocabulario hispano-chileno i un calepino chileno-hispano, Lima, 1765.

Las obras de Valdivia i Havestadt se han publicado en facsímile por D. Julio Platzmann, Leipzig, en 1887 i 1883, respectivamente.

La obra de Febrés no es rara en su edicion orijinal, que es preferible a todas las demas ediciones; pero tambien se puede consultar en la reimpresion modernizada hecha por Juan M. Larsen, Buenos Aires, "Gramática Araucana", 1884, i "Diccionario Araucano-Español", 1882. Las ediciones de Santiago de Chile, 1846, arregladas por Antonio Hernández i Calzada, "Gramática de la Lengua Chilena", "Diccionario chileno-hispano" i "Diccionario hispano-chileno" son bastante distintas del orijinal; contienen en parte nuevos materiales recojidos por Hernández, pero han suprimido muchas voces del orijinal por creerlas anticuadas, así que esta edicion completa la primitiva, pero no la reemplaza.

La lengua de los indios chilenos tiene solo pocos sonidos que eran estraños para los misioneros; los mas importantes, prescindiendo de variaciones dialécticas modernas, son los siguientes:

ü, una vocal articulada con levantamiento de la lengua hácia el velo i los labios abiertos como para i; el sonido a veces se debilita en una vocal sorda ə. Los gramáticos entónces o escriben ù o no escriben nada.

t' consonante esplosiva ápico-supraalveolar o ápico-prepalatal átona seguida de la fricativa correspondiente.

z' consonante fricativa apico-supraalveolar sonora.

ņ consonante oclusiva dorso velar nasal sonora.

q consonante fricativa dorso pospalatalo dorso-velar sonora, jeneralmente combinada con la ü, cuya estrechez exajera.

§ 112. Sinópsis ortográfica del mapuche

Fonético Valdivia Havestadt Febres
ü ù ú ù u ù
ə ù u i— ù— ù—
t' t ch th
z' r r r
ņ 𝔤 g
q ú ù gh

Todas las demas letras, a, e, i, o, u, y, v (b), hu (f), c qu, t, p, n, ñ, m, l, l, tienen esencialmente el mismo sonido en mapuche que en castellano. La d mapuche es parecida a la th del articulo ingles the.

§ 113. Quechua i Aimará.

El quechua tiene en su pronunciacion moderna de Cuzco, segun Middendorf, el siguiente sistema fonético:

Vocales: a e i o u son esencialmente iguales a las castellanas.

Consonantes: r, l, ll, y, m, n, ñ, s, j, tienen el mismo sonido que en castellano; hu = w tambien es sonido castellano; ‘h es una aspiracion como una fuerte h alemana; c (ante e, i escrito qu) es una esplosiva débil pero áfona dorso pospalatal; k es esplosiva fuerte áfona dorso-velar; t esplosiva áfona ápico-dental (o alveolar?); p esplosiva áfona bilabial; ch esplosiva impura dorso-supraalveolar, como la ch castellana. Estas esplosivas existen no solamente como simples esplosivas, p, t, ch, k, sino tambien como aspiradas, seguidas de una fuerte aspiracion pᶜ, tᶜ, chᶜ, kᶜ, i como esplosivas con la glótis completamente cerrada emitidas por compresion del aire en la cavidad bucal. La vocal que las sigue principia solo un momento despues de la esplosion bucal con la esplosion de la glótis. Middendorf escribe estos sonidos p', t', ch', k'.

El aimará posee los mismos sonidos que el quechua, pero parece que las articulaciones de las consonantes esplosivas i fricativas son aun mas enérjicas que en quechua. Ademas hai una fricativa áfona dorso-velar que Middendorf escribe j'.

Las esplosivas aspiradas se escriben a veces (p. ej. en Bertonio) ph, kh, chh, etc., las esplosivas enérjicas con glótis cerrada espresan tambien por duplicacion tt, pp, cch, etc.

Por lo demas hai mucha incertidumbre en la notacion de estos sonidos, causada, segun parece, en parte por la poca fijeza de la pronunciacion, en parte por errores i erratas. Para mayores detalles véase p. ej. Middendorf, Dic. Aimará-sprache p. 50, i Tschudi, Organismus der Khetshua-sprache, p. 126 a 181.



  1. Uso este signo porque faltan en las imprentas del pais los signos de la trascripcion fonética de la Asociacion Fonética Internacional, sh=ʃ, zh=ʒ.
  2. La forma en que la empleo es la de Bello, de uso oficial en Chile, e indudablemente preferible a la académica.
  3. Es sabido que la diferencia ortográfica entre v i u como consonante i vocal solo se hizo comun en el siglo XVII.
  4. Esta esplicacion ya la dió Nebrija en su Ortografía: si algunos gramáticos han creido que la h en estos casos representaba un sonido consonante, aunque tenuísimo, estaban equivocados. Una lijera friccion se oye porque la u se consonantiza ántes de la vocal siguiente i pasa a w lo mismo que i a y cp. errar-yerro comparado con sentir-siento.
  5. En voces derivadas del guarani que posee la g i cuando la pronunciacion muestra una g oclusiva indudable. como p.ej. en quingua (por quinua), escribo gu.
  6. Como curiosidad de ortografía menciono que en el Dicc. Ac.¹³ se puso la voz americana huaca con hua; las demas parecidas con gu (cp. guanaco, guano, guagua etc.)
  7. No es aquí el lugar para entrar en los interesantísimos detalles de las sustituciones mutuas de sonidos indios i castellanos.
  8. Algunos autores, como por ejemplo Vasquez, han escrito el sonido tch, lo que no tiene mucha ventaja sobre la notacion tr; quizas seria aun preferible trr o tsh, pero en jeneral hasta escribir tr, con tal que se tomen en cuenta las observaciones que acabo de hacer acerca de la articulacion.
  9. Mas detalles sobre la pronunciacion chilena pueden verse en mis publicaciones alemanas: Chilenische Studien (en la Revista Phonetische Studien editada por W. Viëtor tomos VI VI. 1892-3) i Beitrage zur Kenntnis des Amerikano-spanischen (en el tomo XVII de la Zeitschrift für romanische Philologie editada por Groeber).