Diario Oficial de El Salvador/Tomo 83/Número 294
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TOMO 83NUM. 294
Sección Oficial
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Sección Editorial
editarLa inauguración del Puente San Martín sobre el Lempa
editarSAN MARTIN SOBRE EL LEMPA
Ha sido una de las preocupaciones constantes del Gobierno, el fomento de las comunicaciones, de la manera más intensiva y en forma de promover con ellas la circulación rápida y barata de todos los productos, para vivificar así, aún las más apartadas regiones de la Nación.
Barrera infranqueable de aislamiento entre Chalatenango y parte de Cuscatlán, y el centro y Sur de la República, especialmente en los meses de invierno, ha sido siempre el caudaloso Lempa, cuyas aguas, al regar gran parte del territorio de la República, negaban también, con su ingente volumen, vado a los hombres y a las cosas para el tráfico con los demás parajes del país.
Era menester, para vencer aquella resistencia, una obra de mamposterìa de gran aliento, requeridora de grandes recursos pecuniarios, de tiempo, de paciencia y el empuje de hombres de capacidades técnicas probadas, que pudieran dar cima tesoneramente a semejante empresa.
Convencido el Gobierno de la necesidad de llevarla a cabo, porque su realización era asunto vital para Chalatenango, contrató la construcción del puente con la firma A. Ferracuti y Cía., y después de cuatro años de labor incansable, ha cabido al Gobierno del señor Meléndez, el altísimo honor--que constituye un timbre de gloria para su admiración--de inaugurar con fecha veinticuatro del corriente el majestuoso puente de San Martín, obra colosal, situado en el lugar El Remolino, a doce quilómetros de la capital de aquel Departamento.
Al acto referido, que se verificó a las diez a. m., del día precitado, concurrieron: el señor Presidente Meléndez, el señor Vicepresidente de la República doctor don Alfonso Quiñónez M., los Ministros y Subsecretarios de su Gabinete; altos personajes de San Salvador y de Chalatenango y las Municipalidades de Suchitoto y de varios otros pueblos de Cuscatlán y de Chalatenango.
En aquella ceremonia, el señor Ministro de Gobernación, Fomento y Obras Públicas, Dr. don Cecilio Bustamante, pronunció un conceptuoso discurso, en que historió con numerosos datos el desarrollo y ejecución de aquella grandiosa construcción material así como el capítulo brillante en el ramo de comunicaciones recaba para sí el Gobierno del señor Meléndez, a pesar de las enormes salpicaduras que ha traído nuestra economía, el conflicto europeo y otras agencias destructoras del patriotismo de la Nación.
Poco después, se sirvió a la concurrencia una copa de campaña y a continuación el señor Presidente Meléndez y su comitiva, acompañados de varias municipalidades, partieron para la ciudad de Chalatenango.
Como a las doce y media de la tarde, hizo su entrada a la ciudad cabecera de aquel Departamento el señor Presidente Meléndez, entre una gran muchedumbre las gentes de todas las clases sociales que le obsequiaron el más espléndido recibimiento, aclamándole con repetidos vítores hasta el lugar de su alojamiento.
Los edificios públicos y particulares se hallaban soberbiamente adornados; las bandas acompañaban a los autos, y la aglomeración de ciudadanos hacía casi imposible el paso de la comitiva.
Arcos hermosísimos con inscripciones salutatorias, guirnaldas vistosísimas se veían por las bocacalles, y las demostraciones de simpatía se sucedían a las
En el elegante Palacio Municipal, edificio terminado bajo los auspicios del Gobierno del señor Meléndez, el Ayuntamiento Municipal y una Comisión del Comité de Festejos, da la bienvenida al señor Presidente en una alocución desbordante de entusiasmo y de alegría, y el Primer Magistrado contesta agradeciendo el cálido acogimiento que le hace en su seno la hidalga sociedad chalateca.
La muchedumbre aumenta en la plaza, frente al Palacio Municipal; las aclamaciones entusiastas se redoblan y se oye a cada instante ¡Viva el Presidente Meléndez! ¡Viva la República de El Salvador!
Una mesa de cien cubiertos esperaba al señor Presidente Meléndez y a su comitiva, y a la una de la tarde dió comienzo un magnífico banquete. A los postres ofrece aquel homenaje altamente simpático al señor Presidente y a su comitiva, el doctor don Benjamín López Bertrand, en una vibrante alocución en que transpiran los más nobles sentimientos del patriotismo y el intenso regocijo de la sociedad chalateca, por la presencia en sus lares del probo Magistrado de la nación que, inspirándose en los dictados de la opinión, ha sabido impulsar al país por las vías de un progreso armónico, acentuando sus vigorosas iniciativas en el ramo de las comunicaciones, que facilitan el intercambio de productos y de las ideas y de forma una de las bases fundamentales de la prosperidad de los pueblos. En nombre del señor Presidente Meléndez contestó el doctor Isidro Moncada, agradeciendo todas las manifestaciones de simpatía prodigadas al Primer Magistrado en su visita a aquella noble ciudad, cuna de ilustres ciudadanos, que son cifra de honor para el país.
A las ocho de la noche la sociedad "Unión de Obreros" dió una recepción solemne en honor del señor Presidente Meléndez y sus acompañantes, y en aquella fiesta de los hijos del trabajo, el Primer Magistrado de la Nación pudo palpar que no son vanos los esfuerzos de la enseñanza primaria, y que el espíritu de asociación y de cultura realiza, aún en las urbes más lejanas de la metrópoli, notables progresos, fecundos para la paz y el bienestar de la colectividad.
El día siguiente, a las seis y media de la mañana, hicieron su regreso el señor Presidente y su comitiva, habiendo hecho el recorrido de ida y vuelta en automóviles, hecho que pone de relieve el vigoroso impulso que la actual administración ha impreso al ramo de los caminos.
Y justo es consignar que, al paso del señor Presidente y su comitiva, en todas las poblaciones del tránsito se rindió al Jefe de la Nación cordiales demostraciones de simpatía y reconocimiento, exteriorizaciones del espíritu público que evidencian que los pueblos se hallan penetrados de la labor fecunda que realiza en el campo de la cultura y del progreso nacionales el Gobierno del señor Meléndez.
La visita del señor Presidente Meléndez a la ciudad de Chalatenango, será, no lo dudamos, de valiosas consecuencias, pues ella ha sido motivo para que el Jefe Supremo de la República y su Gabinete, se penetren de las necesidades más premiosas de aquella región. Chalatenango posee cuantiosos elementos de riqueza, tanto para intensificar cultivos de proyección industrial, como el henequén y el trigo, como el ramo de la metalurgia con la posesión de numerosos filones metálicos; posee caudalosos ríos y gran número de brazos que facilitan el desarrollo de empresas industriales.
Con el puente que domina las crecidas del Lempa, y terminadas las carreteras que hoy se construyen, el espíritu emprendedor de sus hijos podrá explayarse en la conquista de la riqueza, y aquella ciudad, que en otro tiempo fue próspera y populosa, volverá a ser un centro comercial de altísimo mérito en la economía nacional.
Al finalizar esta pálida reseña, cumple al órgano oficial, significar a la sociedad chalateca y a las autoridades de aquella sección el homenaje del agradecimiento del Gobierno, por los repetidos agasajos de que fue objeto el probo y democrático Mandatario señor Meléndez, en su reciente visita a aquella rica sección de la República.