Diario Oficial de El Salvador/Tomo 50/Número 31

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República de El Salvador.—Amèrica Central.

Diario Oficial.


Tomo 74Num. 31

San Salvador, jueves 6 de febrero de 1913.


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Apertura de las sesiones ordinarias del Congreso Nacional
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 Ayer, a las tres de la tarde, se efectuó la apertura de las sesiones ordinarias de la Asamblea Nacional del corriente año, hallándose presentes veinticuatro Representantes.
 A causa del nefando atentado de que fué víctima el señor Presidente de la República, Dr. don Manuel E. Araujo, aquel trascendental acto no pudo revestir toda la solemnidad que le corresponde.
 Abierta la sesión, que fué presidida por el Presidente de la Asamblea, don Carlos Meléndez, y hallándose presentes en el salón de sesiones los señores doctor don Manuel Castro Ramírez, Ministro de Relaciones Exteriores, Justicia y Beneficencia, y Dr. don Teodosio Carranza, Ministro de Gobernación, Fomento, Instrucción Pública y Agricultura, y los señores doctor don José María Peralta, Subsecretario de la Guerra, encargado del Despacho; Dr. don David Rosales, Subsecretario de Gobernación; Sr. don Alfonso Quiñónez, Subsecretario de Beneficencia y Fomento; don Manuel J. Iraheta, Subsecretario de Hacienda y Crédito Público, Dr. don Gustavo S. Barón, Subsecretario de Instrucción Pública. El señor Ministro Dr. Castro Ramírez, a nombre del señor Presidente Dr. Araujo y del Consejo de Estado, manifestó a la Representación Nacional, que el ilustre gobernante deploraba que, por hallarse en el lecho del dolor, no le fuera posible asistir a la apertura e iniciación de las tareas legislativas y dar cuenta en el Mensaje, de todos los trabajos llevados a cabo en el año próximo anterior en los diferentes Ramos del Gobierno.
 Y afirmó el Dr. Castro Ramírez, por especial encargo del Sr. Presidente, y de sus honorables colegas, que el orden ha permanecido inalterable en el país y que, a la sombra de la paz y merced al régimen legal establecido, los poderosos elementos de riqueza y progreso nacionales, han sido maravillosamente desarrollados e impulsados por el Gobierno, cuyos propósitos ha sabido comprender el pueblo salvadoreño.