Diario Oficial de El Salvador/Tomo 37/Número 212
Sección Oficial
editarPoder Ejecutivo
editarSecretaría de Relaciones Exteriores, Instrucción Pública y Justicia
editarexteriores, instruccion publica
y justicia.
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Secretaría de Guerra y Marina
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Secretaría de Gobernación
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Documentos Oficiales
editarVisita de las escuelas de Opico, San Matías, Tacachico, Quezaltepeque y Nuevo Cuscatlán
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Informe de los trabajos efectuados por la Dirección General de Higiene y Vacunación durante el mes de agosto del corriente año
editarCon fecha 8 se trascribió al señor Ministro de Gobernación un documento presentado por la casa Haas y Cª en que envían la cuenta del valor del fluido vacuno remitido durante los primeros seis meses del corriente año, y recabado de la Dirección, de si en lo sucesivo se remite ó no dicho fluido, manifestándole esta oficina al señor Ministro, que en varias fechas se ha recibido la vacuna y que en la necesidad de propagarse en la República, se continuase su envío en la perspectiva de que el fluido se agotase ó se alterase por lo antiguo.
Por creer necesaria la inserción completa de algunas comunicaciones, se copian íntegras.
Agosto 3.—Señor Gobernador de este departamento: En dos comunicaciones anteriores, he suplicado del señor Director del Mercado, la higiene del establecimeinto y el conveniente arreglo de las fuentes que por su constante derrame humedecen y ponen liso el suelo, causado por esta razón, frecuentes desgracias. En la inspección de este día, acompañado por el bachiller don Gustabo Contreras, encontré el referido establecimiento en malas condiciones higiénicas, cerrada una de las fuentes que por su servicio hace falta, y derramándose el agua de la otra. Como mi autoridad no tiene la fuerza necesaria para ser obedecida, y en la posibilidad de que se critiquen mis actos, lo pongo en conocimiento de U. para que según la ley disponga lo conveniente.
Se obsequió al doctor don Joaquín Revelo una cajita de fluido vacuno para su consumo en Cojutepeque.
Se entregó á don Tomás Bennet, un cilindro niquelado conteniendo tres tubitos de fluido vacuno, para igual servicio en el pueblo de Ilopango.
Se manifestó al Director de Policía que no hay caballeriza en la casa de don Crescencio Romero y que, por el patio reducido, no conviene la permanencia de bestias.
Agosto 8.—Hallándose sucias con motivo de la fiesta próxima pasada que lindan al Mercado y frente al portal del parque de Bolívar, se envió una comunicación al Alcalde Municipal para que se sirviera mandar limpiar dichas calles.
Otra á la Dirección de Policía para que inmediatamente se enterrase el cadáver de fiebre amarilla, que se hallaba en casa de don Jesús Najarro, habiéndose suministrado suficiente cantidad de desinfectante.
Igual entrega se hizo al doctor don Dimas Jule, para otro caso de fiebre amarilla, dándose también á la 2ª Sección de Policía.
Se mandó imprimir una ley acerca de las precauciones que deben observarse en caso de defunciones ó enfermedades de fiebre amarilla, para publicarlas en el acto.
Se remitió al Ministerio de Gobernación el informe de esta oficina del mes de julio último.
Agosto 9.—Señor Director General de Policía. En varias casas particulares orilladas al centro de esta ciudad, se carece de excusados y son concentraderos de basuras que la incuria de sus habitantes las hacen tolerar. Como esto da lugar á mayor desarrollo á enfermedades, suplico á U. que de mañana en adelante, se sirva facilitarme un agente especial, para que, acompañado del Inspector de Higiene, procedan á hacer un examen riguroso de ellas y dictar las órdenes del caso, esperando de la oficina de su cargo la efectividad en el cumplimiento del aseo y salubridad pública. Soy etc. Este funcionario en contestación manifestó que su oficina había nombrado varias comisiones referentes al asunto y que oportunamente informaría del resultado.
Con la misma fecha se telegrafió al doctor Vasconcelos para que dijese si ya se había extinguido la fiebre amarilla en el puerto de La Libertad, quien contestó que no existe ya ningún caso.
En la misma fecha se dio conocimiento al señor Gobernador departamental de la visita practicada por el empleado de Higiene en las escuelas públicas de niñas de esta ciudad, para los efectos de aseo, reparación y desinfección de las casas en que se hallan esas escuelas.
Agosto 10.—Con esta fecha se pasó otra comunicación al Gobernador, referente á las escuelas de varones, manifestándole también que fueron inspeccionados los colegios particulares de los señores Presbíteros don Francisco Moreno y don Raimundo Lazo, haciendo las indicaciones higiénicas convenientes.
Agosto 11.—Con esta fecha se dirigió un telegrama al Alcalde de Mejicanos para que suministre niños para su vacunación, y que avise sobre lo mismo al de Cuscatancingo y Ayutuxtepeque. Al día siguiente se verificó en sus respectivos cabildos, sumando todas las vacunaciones 44 niños.
Agosto 12.—Señor doctor don Daniel Ciara. Acompaño á U. una hoja suelta en la cual, aunque de una manera concisa, he tratado de precaver en cuanto más sea posible el desarrollo de las enfermedades y cuando su progreso pueda hacer de un atacado á un sano. Esta hoja ya se repartió en los barrios de esta ciudad, y tengo otras en envío á los señores gobernadores departamentales.
Yo desearía que la honorable Junta de Medicina, por su autoridad en la materia, se sirviese extender y publicar un opúsculo ó los medios preventivos y tratamientos específico de la fiebre amarilla.
Agosto 13.—Señor Gobernador del departamento de La Libertad. Nueva San Salvador. Me hago el honor de remitir á U. 30 hojas sueltas sobre prescripciones sanitarias, para que si lo tiene á bien se sirva mandarlas distribuir enter los pueblos del departamento de su mando. Tengo el gusto también de informarle que si bien se ha presentado varios casos de fiebre amarilla, desde el 30 de mayo útlimo hasta la fecha, que serán como 25 de los que la Dirección cuidadosamente ha podido recojer, ha habido algunos dudosos, confundiéndolos con muerte por alcoholismo ó hemorragias fulminantes, sin preceder la fiebre ni su sintomatología. Es de advertir: que en otras épocas que ha atacado dicha enfermedad en esta capital, después de localizarse, no ha pasado de agosto; por lo que, á mi juicio, creo que le enfermedad tiene que extinguirse prontamente. Siempre es conveniente que las autoridades impongan á los vecinos las obligaciones higiénicas, acostumbrándolos á la limpieza de sus habitaciones, vestuarios, alimentación etc. Por telegramas de hace tres días enviado por el doctor Vasconcelos, me informó que no existe fiebre amarilla en el puerto de La LIbertad.
Señores Gobernadores departamentales. Aunque la fiebre amarilla de que ustedes tendrán noticia, tiende á extinguirse, bueno será que ustedes, no obstante las medidas higiénicas que dicte, manden publicar también las prescripciones sanitarias que por correo los remito.
Con igual fecha se dirigió un telegrama al Alcalde de Armenia, sobre que informe si la fiebre amarilla existe en dicha ciudad, y que no obstante, ordene el aseo más riguroso. Dicho Alcalde contestó: que no existía esa enfermedad en dicha población.
Señor Ministro de Gobernación. Aunque no veo por qué alarmarse á consecuencia de los pocos casos de fiebre amarilla que se han presentado, creo que se está en el caso de preveer su contagio en los demás pueblos de la República; por lo que si á U. le parece conveniente, será útil que en cada cabecera departamental se nombrase una junta de sanidad, compuesta de dos médicos, el Gobernador, Alcalde Municipal y Secretario, con bastante autorización para que dicte las medidas conducentes á mejorar la salubridad pública de sus respectivas localidades.
Señor Gobernador de este departamento. Existen muchos solares escubiertos á la orilla de la calle, que son verdaderos focos de infección, libertinaje y de guarida de malhechores, y ya se hace preciso, con motivo de la salubridad, que sus dueños los hagan cercar lo más pronto posible. Deseartía, señor, que por modo de su autoridad y con toda la energía que le caracteriza, se sirva ordenar á quien corresponda la útil medida anterior; sólo así creo que puede evitarse el botadero de basuras á lugares inhabitados.
Agosto 15.—Señor Gobernador del Departamento. El señor Inspector de Higiéne me comunica en estos momentos, que en el Hospital General de esta ciudad hay varios casos de fiebre amarilla, uno de ellos contagiado en el mismo establecimiento. Me parece que urje ya el lazareto para la asistencia de ellos y de los que se presenten, creyendo que pueden ocuparse para su aislamiento y por la suma necesidad, la casa de don Rafael Urrutia, orillada al cementerio, y la del Custodio que ya hemos inspeccionado, mientras se construye el pabellón que el Supremo Gobierno ha mandado á edificar. Lo que comunico á U. para que, si lo tiene á bien se sirva disponer lo que crea conveniente.
Con fecha 20 e agosto se comunicó al señor Gobernador departamental, manifestándole que el señor Inspector de Higiene, informó que solamente tres casos de fiebre amarilla y otros tres aun no confirmado el diagnóstico, existen en el Hos- pital; que parece prudente esperar la opinión facultativa de los médicos de aquel establecimiento.
Otra comunicación al mismo señor Gobernador, sobre que se mande hacer una [...] mortuoria que sirva para conducir los cadáveres de fiebre amarilla, por razón de negarse las que existen en el Hospital, según da noticia la Dirección de Policía.
Se trascribió al señor Ministro de Gobernación lo manifestado por el señor Inspector de Higiene, respecto á la necesidad de establecer un tren de carretas para que saquen las basuras de las casas siquiera temporalmente, por creer insuficiente los carros que en la actualidad están en servicio.
Con fecha 21 se remitió al señor Gobernador el informe que el mismo señor Inspector de higiéne dio de la presencia de cinco casos de fiebre amarilla existen en el Hospital de esta ciudad; excitando que lo más pronto posible se establezca el Lazareto.
Con fecha 22 se contestó un telegrama del Comandante local de Chinameca, sobre el pedido de desinfectantes, manifestándole que por lo reducido de la factura y lo incómodo del trasporte, mejor los hiciera llegar de San Miguel; preguntándole á la vez qué clase de fiebre reinaba en la ciudad; cuyo Comandante contestó que dicha enfermedad se denominaba fiebre perniciosa.
Se remitieron al Alcalde Municipal de Nueva San Salvador y al doctor Vasconcelos en La Libertad, tres tubitos con fluido vacuno.
Por haberse agotado la primera remisión de ejemplares que sobre Desinfección se envió al Gobernador departamental de Santa Ana, se remitieron otras 30 más, abisándole uqe le irán otras en folleto.
Se recomendó al Comandante local de Chinameca que purificasen la atmósfera de los enfermos, teniendo presente los preceptos de la higiene, á cuyo fin le remitía 10 ejemplares de hoja Desingección.
Con fecha 24 se dirigió otro telegrama al mismo Comandante local de Chinameca, avisándole que el Supremo Gobierno nombró, mientras dure la fiebre perniciosa que se ha presentado en dicha ciudad, al doctor don Luis Quintanilla en concepto de médico de la población: que procuren aislar los enfermos y que por la factura hagan llegar las medicinas de San Miguel.
Con la misma fecha se contestó al señor Director de la Policía, la consulta que hizo sobre designar los puntos en donde deben botarse las basuras; manifestándole: que en el mismo sitio que han alambrado un poco adelante y camino de la Chacra, pueden seguirse botando aquellas: que también á los lados Sur y Norte de la plazuela de San Esteban y en el arenal de la Cuesta Blanca; y si pudieran prolongar la calle de Zaldaña, se podía hacer lo mismo en el zanjón de las Zuritas.
Señor Ministro de Gobernación. En la solicitud que al Ministerio de su digno cargo ha presentado el señor Ingeniero don Tomás Stich Bonelli, pasa esta oficina á emitir el siguiente dictámen.
La ley de cementerios prohibe la exhumación de los cadáveres antes de los cinco años. Al del doctor Doroteo Peralta, le faltan 11 meses 4 días para cumplir dicho tiempo; y aun en el supuesto como lo dice el señor Bonelli de que el doctor Peralta por haber sido sepultado sin ataud, hubiera desaparecido completamente la putrefacción: existen en contra de su dicho, las circunstancias actuales de insalubridad é infección de fiebres contagiosas, que deben obligar á la autoridad á obrar con prudencia.
Por estas razones, cree la Dirección de Higiene, que se está en el caso de negar al señor Bonelli la graica que solicita.
Agosto 27.—Señor Gobernador de este departamento, el lazareto destinado á los enfermos de fiebre amarilla. Su número asciende á dos individuos colocados en la casa rancho, que está situado al Oriente de los pabellones construidos. El local de la referida casa es muy pequeño, apenas dará cabida á seis enfermos, y si la fiebre aumentase, será necesario un local mayor, para lo cual llamo á U. la atención, se sirva disponer que el inspector de obras públicas, de acuerdo conmigo haga las refacciones del caso á la galera enlaminada, por creerla en mejores condiciones higiénicas para la asistencia de dichos enfermos.
Urge, me parece, el nombramiento del médico respectivo, autorizándolo para que nombre su ayudante.
Con fecha 28 se contestó una nota del señor Alcalde de Nueva San Salvador, manifestándole que con mucho gusto le remitiría los desinfectantes que le pide, pero que por estarse agotando los pocos que existen en la oficina y que son empleados en los cuarteles, escuelas etc. y á particulares menesterosos, no satisface su deseo.
Agosto 30.—Señor Ministro de Gobernación. Se me hacen pedidos de desinfectantes, no solamente de las casas oficiales de la administración pública de esta capital y de algunas gentes menesterosas, sinó también de varias poblaciones de la República: que me parece necesario por razones de economía que se haga un pedido de ellos al extranjero; para cuyo objeto me hago el honor de adjuntarle la presente factura, y si lo tiene á bien, se sirva autorizarme para hacer el correspondiente pedido. Soy etc.
Con igual fecha se dirigió un telegrama al señor Gobernador de San Vicente, preguntándole si era cierto que existía viruela en su departamento, y que al doctor Amaya se le había remitido hace algunos días una cajita conteniendo fluido vacuno. Dicho Gobernador contestó que no existía la referida epidemia.
con la misma fecha, se dirigió una nota al Director de la Policía adjuntándole una lista de las personas que en rumbo Sur y Occidental carecen de excusados y de cercos en sus solares.
Se remitió al doctor Francisco Penado, en Usulután, tres tubitos de fluido vacuno y dos reglamentos de higiene y vacunación.
En el presente mes, desde mediados, la oficina se ha abstenido de vacunar, por contraindicarlo la actual epidemia.
Se han repartido desinfectantes entre los cuarteles de esta ciudad, la Gobernación departamental de La Libertad, Instituto Nacional, la Dirección y Secciones de Policía y á varios particulares por enfermedades palúdicas perniciosas y por defunciones ocurridas en la clase proletaria.
Se han repartido las hojas que tratan sobre desinfección y precauciones sanitarias, y dádose consejos higiénicos á domicilio.
Respecto de la epidemia de que hemos estado amenazados, quedan cuatro enfermos en convalecencia en el lazareto ya establecido; habiendo muerto dos. Su númeor va reduciéndose y creo que está en vía de su terminación.
No cabe duda que la actividad desplegada en el aseo de la población, las medidas de aislamiento y el justo temor despertado por tan terrible enfermedad, ha obligado á los vecinos á observar y respetar como han podido los preceptos higiénicos.
En la actualidad, se trata por medios más bien persuasivos, de hacer que los vecinos orillados á la ciudad hagan convenientemente sus excusados. La Oficina excita á la Corporación Municipal para que lleve adelante la construcción de acueductos, principalmente en aquellos puntos que por la nivelación del terreno y los males empedrados, sean causa de estancamientos de las aguas ó corrientes de inmundicias por distintos motivos.
Debemos regocijarnos por la realización de una gran mejora que ha recibido nuestra capital. El nocivo líquido que se benía hacía muchos años, se ha convertido en una verdadera satisfacción pública. Hoy contamos con aguas abundantes y exquisitas, y quiera Dios que para siempre nos colmen de salud y coadyuven á alejar en lo posible las enfermedades.
También merece plácemes el establecimiento del "Lazareto" llevado á efecto por el Supremo Gobierno. Así se evitará en lo futuro, la dificultad en la adquisición de casas para el aislamiento de los enfermos de las diversas epidemias que nos visitan.
San Salvador, septiembre 1.º de 1894.