Diario Oficial de El Salvador/Tomo 37/Número 197

página 985


REPÚBLICA DE EL SALVADOR—CENTRO AMÉRICA 985

DIARIO OFICIAL


TOMO 37 San Salvador, jueves 13 de septiembre de 1894 NUM. 191


Sección Oficial

editar
SECCIÓN OFICIAL

Poder Ejecutivo

editar
PODER EJECUTIVO

Secretaría de Relaciones Exteriores, Instrucción Pública y Justicia

editar
secretaria de relaciones
exteriores, instruccion publica
y justicia.

CARTERA DE RELACIONES EXTERIORES.

...


CARTERA DE INSTRUCCIÓN PÚBLICA.

...


Secretaría de Hacienda, Crédito Público, Fomento y Beneficencia

editar
secretaria de hacienda, credito
publico, fomento y beneficencia.

CARTERA DE HACIENDA.

...


CARTERA DE FOMENTO.

...


Secretaría de Guerra y Marina

editar
secretaria de guerra y marina.

CARTERA DE GUERRA.

... página 986 ...


Secretaría de Gobernación

editar
secretaria de gobernacion.

... página 987 ...


Documentos Oficiales

editar
DOCUMENTOS OFICIALES.

San Salvador, septiembre 1.º de 1894.
Señor Ministro de Gobernación.
P.

Tengo el honor de presentar al señor Ministro el informe respectivo, sobre los trabajos de la Inspección de Víveres y Rastro durante el mes que terminó el día de ayer.

He continuado con la misma firmeza y perseverancia que el mes anterior el desempeño de mi cometido, anhelando llevar á la práctica múchas reformas y mejoras que, contra mi buen deseo, van aplazándose cada día ante la oposición fundada en costumbres que, aunque inconvenientes, están arraigadas; sin embargo confío en que, poco á poco, iré logrando mi objeto de hacer seguir los métodos y costumbres más racionales y provechosas en armonía con la cultura de nuestra Capital: tiempo es ya, y necesario se hace también, que nuestro Mercado se distinga de los descuidados de otras poblaciones, no sólo por la mejor arquitectura del edificio principal, sino que, y es lo más importantes, se llenen todas las condiciones higiénicas referentes al modo de ser del establecimiento, á las presonas y los víveres; y tocante á estos últimos, más todavía, que sean debidamente clasificados, prefiriéndose los de superior calidad, y que generalmente se observen los usos y prescripciones que reclaman el adelanto y el bien social.

No cabe duda que, la tarea de desarraigar costumbres é introducir reformas es pesada y odiosa y que reclama buena voluntad, imparcialidad, enerjía, en fin: la acción de la autoridad sin contemplaciones indebidas, y sí atenta á la aplicación de la ley en obsequio del bien general: grande será mi satisfacción y mucho lograré realizar, si las autoridades cuyo concurso solicite se dignan prestármelo con eficacia y patrocinan mis proyectos.

Muy desacertado andaría yo sinó comprendiera que no basta cuidar con esmero que las sustancias alimenticias sean puras, de sano origen y se manejen con el aseo debido, si por otra parte se olvidan los preceptos higiénicos que deben observarse en establecimientos como un mercado: se requiere un aseo riguroso para evitar la corrupción de los desperdicios animales y vegetales y el consiguiente desarrollo de los gérmenes morbíficos, que por el contacto con los alimentos, ó su acción directa sobre las personas, son causa de fatales consecuencias: la libre ventilación, es otra condición indispensable para la renovación del ambiente que se vicia tan presto y facilmente.

Es de notar que la falta de aseo, la proximidad de los cuerpos en descomposición, el calor ó excesiva humedad, el aire infecto ó que no se renueve, son causas alterantes poderosas: todo esto lo he tenido en cuenta para dictar mis disposiciones que desgraciadamente pocas veces se cumplen con exactitud y en la mayoría de los asos solo se atienden en parte.

Es lastimosa la indiferencia por la higiene pública de parte de los particulares, pues es cuestión que á cada individuo interesa altamente vivir en el seno de la sociedad libre de malas influencias, y es de considerar que la salud personal depende en mucho de la general de la población y no basta procurarse en casa las mayores comodidades, observar con escrupulosidad todos los preceptos del caso, si en un momento dado se ha de sucumbir irremisiblemente al contajio de los medios circundantes.

Debo consignar la necesidad imperiosa que hay de remover las causas nocivas á la salud que aún subsisten en los edificios de los mercados: en el principal han segado los surtidores, dejando uno que mana agua constantmente, produciendo á más de la corrupción de los desperdicios y basuras la humedad y desaseo, con lo que persiste el mal; y sí hubiera desaparecido, adaptando á los caños llaves automáticas y construyendo un resumidero en conexión con la cloaca general.

El sistema de cajones que usan las vivanderas para colocar las ventas es perjudicial por el campo innecesario que ocupan, la incomodidad que causan, su mal aspecto, y sobre todo, que no removiéndolos para practicar el aseo, tiene lugar la putrefacción de los desperdicios que entre ellos arrojan, á tal grado que se exhala de allí un hedor insoportable y pestífero.

Para remediar todos estos inconvenientes la Compañía del Mercado ofreció construir estantes y mostradores, lo mismo que mesas forradas con láminas de zinc y aparatos de madera con ganchos de hierro para uso de las carniseras; pero no sé porque causa haya dejado de hacerlo, á pesar de que tanto el público como la Compañía hubiera obtenido ventajas; pues el Gobierno autorizó á la segunda para cobrar un real por cada puesto, cuya número se aumentaba á favor de esta reforma.

Es indispensable que la policía evite á las vivanderas arrojar al piso los desperdicios y aguas sucias: se les debe obligar á despositar las unas en cajones, para que de allí las recojan los empleados respectivos, y las otras en galones ó vasijas, mientras construyen un resumidero que las conduzca á la cloaca general: esto constituye un gran beneficio á la salud de las vivanderas y de las persona que allí concurren.

Víveres.

Las visitas diarias y las escrupulosida- página 988 ...

Expuesto lo más importante, y siendo innecesaria la mención de minuciosidades, concluyo manifestando al señor Ministro, que he procedido en el desempeño de mis funciones con toda la actividad que me ha sido posible, de lo que son prueba los resultados prácticos obtenidos, y los que, teniendo por base lo hecho ya y los trabajos siguientes, con fundamento espero conseguir en adelante.

Pronto tendré el honor de indicar al señor Ministro, en oficio especial, algunas medidas que creo de utilidad tomar, para que si lo tiene á bien, se digne aprobarlas.

Me suscribo del señor Ministro con aprecio y respeto, muy atento y seguro servidor.

Rosendo Martínez.

Sección de Anuncios

editar