Diario Oficial de El Salvador/Tomo 18/Número 63
Sección Oficial
editarPoder Legislativo
editarApertura de las sesiones extraordinarias
editarApenas hace algunos pocos días que la República descansaba tranquila, confiando en las garantías de la paz que creía asegurada mediante el orden interior y las buenas relaciones con los demás gobiernos, cuando de improviso, sin haber ningún antecedente, y por el contrario, faltando á compromisos contraídos, el Gobierno de Guatemala comunica el Decreto que ha expedido el día 5 del corriente mes, en que se proclama la Unión de Centro-América bajo un solo Gobierno, y para realizarla asume el General don J. Rufino Barrios el carácter de Supremo Jefe Militar y el mando absoluto de estas Repúblicas.
Esa disposición, tan inesperada como trascendental y arbitraria, ha sido recibida con sorpresa por este Gobierno; y los pueblos de la República, viendo desconocidos sus derechos soberanos y amenazada su autonomía, se han levantado llenos de indignación y entusiasmo, para rechazar con la fuerza, la voluntad despótica que se les quiere imponer.
Inmediatamente puse en conocimiento de las Naciones amigas la resolución del Gobierno de Guatemala y las manifestaciones expontáneas de la opinión pública en el Salvador, siéndome satisfactorio manifestaros que en el acto han comunicado los Gobiernos de Nicaragua y Costa-Rica su decisión contra la medida adoptada por el de Guatemala, y la simpatía que les inspira la actitud del Salvador, con quien desde luego hacen causa común. Además participó el Gobierno de los Estados-Unidos Mexicanos, haber comunicado al señor Presidente de Guatemala, que ha tomado las providencias necesarias, para asumir la actitud que corresponda ante esta emergencia que considera como una amenaza contra la independencia y autonomía de las nacionalidades del Continente.
De la misma manera, por cablegrama que me ha dirigido el Ministro de Costa-Rica en Washington, sé que el Gobierno de aquella nación ha protestado contra el General Barrios, con motivo del Decreto referido, ordenando además que los buques de Guerra americanos inspeccionen los movimientos de Guatemala.
En cuanto á mí, he seguido empleando, aunque sin éxito, respecto del Gobierno de Guatemala, todos los medios que me ha sugerido el deseo de conservar la paz, para atraerle al terreno de los principios, evitando así que se ensangrente, una vez más, el suelo querido de la patria, y que caiga en desprestigio la civilizadora idea de la unión, cuyo estandarte parece que se ha enarbolado hoy con el propósito manifiesto de hacer más profundas y duraderas las divisiones de estos países.
El general Barrios, lejos de acceder á mis insinuaciones, ha considerado hostíl toda demora en adherirse de un moo absoluto al decreto en que proclama la nacionalidad; y pretendiendo ejercer en el Salvador el poder omnímodo que de hecho se ha arrogado, me comunicó por telégrafo el nombramiento que había dado al general don Francisco Menéndez, confiriéndole el mando militar de los Departamentos Occidentales del Salvador.
No obstante esa actitud agresiva, he procurado moderar y dirigir ordenadamente el sentimiento público, limitándome á adoptar, con la energía que las circunstancias demandan, todas las medidas indispensables para la defensa del país, y he decretado entre otras disposiciones un empréstito voluntario de quinientos mil pesos, á fin de poder atender de momento á las erogaciones extraordinarias que exige tan anormal situación. El comercio y los principales propietarios han respondido en el acto con la mejor voluntad al llamamiento del Gobierno, y á la fecha, está colectándose ya la cantidad del empréstito sin dificultad alguna.
Réstame solo oír el voto de los Representantes de la Nación, para que, con conocimiento del decreto referido del Jefe y Gobierno de Guatemala; tomando en consideración las disposiciones que he adoptado para evitar sus funestas consecuencias, é inspirándose en los verdaderos intereses del país y en los sentimientos de los pueblos de que son genuinos intérpretes, quede perfectamente definida la actitud que deben tomar el Salvador y su Gobierno en las presentes circunstancias.
Someto, pues, á vuestra consideración el decreto del Gobierno de Guatemala de que he hecho referencia, y concluyo protestándoos que, cualquiera que sea la determinación que adoptéis, el Poder Ejecutivo la adoptará decidida y enérgicamente, con todos los recursos y elementos que la República ha depositado en sus manos, para mantener incólume su dignidad, su soberanía é independencia.
San Salvador, Marzo 14 de 1885.
Usando de una de vuestras altas prerogativas habéis creído necesario convocar á las Cámaras á sesiones extraordinarias para oír la voz de los Representantes del a Nación sobre el Decreto del Presidente de Guatemala en que proclama la Unión de Centro-América bajo un solo Gobierno y asume el carácter de Supremo Jefe y el mando absoluto de estas Repúblicas.
Correspondiendo á vuestro llamamiento y á los dictados de ineludibles deberes, procederemos sin perder un solo momento, al examen de ese decreto cuya forma y fondo han llenado de justa alarma á nuestros pueblos que ven en él desconocida su soberanía y amenazada su existencia autónoma.
La simpatía que ha encontrado la actitud del Salvador en los Gobiernos de Nicaragua y Costa-Rica, lo mismo que las protestas de México y los Estados-Unidos de América contra el referido Decreto, son un antecedente de notoria importancia para juzgar del recto criterio de los peublos nuestros comitentes, y del feliz éxito con que debemos esperar que será resuelta esta emergencia.
En todo caso, vemos con satisfacción que, al propio tiempo que habéis dictado las medidas mas urgentes é indispensables para atender á la defensa del país, no habéis omitido, au nque sin resultados favorables, el empleo de todos los medios conciliadores para obtener un desenlace pacífico de las dificultades en que amenaza envolver á todo Centro-América el mencionado decreto.
Desde ahora, señor Presidente, creo poder anticiparos la aprobación de todas las disposiciones que habéis adoptado ante la amenaza del peligro, para poner á salvao la libertad y la honra de la patria, depósito sagrado que hemos recibido de nuestros padres y que debemos trasmitir incólume á nuestros hijos.
La Asamblea examinará con calma la actitud que deben tomar el pueblo y el Gobierno salvadoreño, frente á la provocación del General Barrios, y si de nuestros debates y de nuestros votos resulta la lucha, estoy seguro de que todos, desde el primero hasta el último ciudadano, sabremos cumplir nuestro deber como ya es tradicional hacerlo en esta tierra, llegando si fuera necesario hasta el heroísmo.
Ministerio de lo Interior
editarConsiderando:
Que convocada extraordinariamente, por el Poder Ejecutivo, la Legislatura de este año, para tratar de los asuntos á que se refiere el decreto de siete de los corrientes, debe proceder á su instalación;
DECRETA:
Artículo único.—Háse por instalada legal y solemnemente la Cámara de Diputados de la República, y abre sus sesiones extraordinarias del dia de hoy.—Comuníquese.
Dado en el salón de sesiones de la Cámara de Diputados.—Palacio Nacional: San Salvador ,á los catorce dias del mes de Marzo de mil ochocientos ochenta y cinco.
Dionisio Arauz, Presidente.
Palacio Nacional: San Salvador, Marzo 14 de 1885.
Por tanto: publíquese.
Rafael Zaldívar.
Domingo López.
Considerando:
Que convocado extraordinariamente por el Poder Ejecutivo, el Congreso Nacional, para tratar de los asuntos á que se refiere el Decreto de convocatoria, de siete de los corrientes, debe procederse á su instalación,
DECRETA:
Artículo único.—Háse por instalada legal y solemnemente la Cámara de Senadores de la República del Salvador, y abre sus sesiones el día de hoy.
Dado en el salón de sesiones de la Cámara de Senadores: Palacio Nacional, San Salvador, Marzo 14 de 1885.
A. Guirola, Presidente.
José M. Estupinián, Secretario.
Rafael Pinto, Secretario.
Por tanto: publíquese.
Rafael Zaldívar.
Domingo López.