Destrucción conciente
DESTRUCCIÓN CONCIENTE
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¡Alemania, Alemania, destructora conciente
de pueblos que tu orgullo caquéxicos juzgaba!
Tus huestes desatadas cual hórrido torrente,
cayeron sobre Europa, de incandecente lava!
¡Y sojuzgaste a Bélgica, mutilando sus villas,
a polvo reduciendo sus grandes bibliotecas;
bombardeando sus templos —de arte maravillas-,
y arrancando a sus gentes de dolor crueles muecas!
¡Y la Francia del Norte, la laboriosa Francia,
cayó bajo tu fuego, maltrecha, no sumisa,
y en su agonía retándote con bélica arrogancia!
¡Y en tu fiebre imposible de brutal desvarío,
le cuajaste en los labios a París la sonrisa
y al gigantesco Londres le diste escalofrío!
Enero, 1917.