Después que a César el traidor de Egipto

Después que a César el traidor de Egipto
de Hernando de Acuña


 Después que a César el traidor de Egipto   
 dio la cabeza que el peor quería,   
 encubriendo las muestras de alegría,   
 en público lloró, como está escrito.   
 

 Y Aníbal, cuando al imperio aflito  
 vio que Fortuna desfavorecía,   
 rióse entre la gente que plañía,   
 encubriendo un dolor que era infinito.   
 

 Así a veces el ánimo, cualquiera   
 pasión que siente, so contrario manto  
 cubre con vista alegre o lastimera;   
 

 por do, si alguna vez, yo río o canto,   
 es por querer, con el placer de fuera,   
 encubrir mi secreto y triste llanto.