Después que Bellido Dolfos

Nota: Esta transcripción respeta la ortografía original de la época.
XXXVIII

D

espués que Bellido Dolfos,

ese traidor afamado,
derribó con cruda muerte
al valiente rey don Sancho,

juntáronse en una tienda
los mayores de su campo;
y juntóse todo el real
como estaba alborotado.
Don Diego Ordóñez de Lara
grandes voces está dando,
y con coraje encendido
muy presto se había armado.
Para retar á Zamora,
junto al muro se ha llegado,
y lanzando fuego vivo
d’esta suerte ha razonado:
—Fementidos y traidores
sois todos los zamoranos,
porque dentro d’esa villa
acogistes al malvado
de Bellido, ese traidor,
el que mató al rey don Sancho,
mi buen señor y buen rey,
de quien soy muy lastimado:
que los que acogen traidores
traidores sean llamados;
y por tales yo vos reto,
y á vuesos antepasados,
y á los que traidores son
los pongo en el mismo grado,
y á los panes y á las aguas
de que sois alimentados,
y esto os faré conocer,
ansí como estoy armado,
y lidiaré con aquellos
que no quieren confesallo,
ó con cinco uno á uno,
como en España es usado
que lidie el que á concejo
como yo había retado.—

Arias Gonzalo, ese viejo,
ansí le había fablado,
después que hubo entendido
lo que Ordoño ha razonado:
—Non debiera yo nacer
si es como tú has contado;
mas yo acepto el desafío
que por ti es demandado,
y te daré á conocer
no ser lo que has publicado.—
Y á todos los de Zamora
d’esta manera ha fablado:
—Varones de grande estima,
los pequeños y de estado,
si hay alguno entre vosotros
que en aquesto se haya hallado,
dígalo muy prontamente;
de decillo no haya empacho.
Más quiero irme d’esta tierra
en África desterrado,
que no en campo ser vencido
por alevoso y malvado.—
Todos dicen á una voz,
sin alguno estar callado:
—Mal fuego nos mate, Conde,
si en tal muerte hemos estado;
no hay en Zamora ninguno,
que tal hubiese mandado.
El traidor Bellido Dolfos
por sí solo lo ha acordado:
muy bien podéis ir seguro;
id con Dios, Arias Gonzalo.