Despedida (Lussich)

CENTURIÓN
¡Ah! Grullo si en este suelo
su voz auyenta el quebranto,
¿es de calandria su canto
o es de algún ángel del cielo!

LUCIANO
Yo sea tan engañador
y alabe mi fiero acento,
siempre se pierde en el viento
la voz de un triste cantor.

CENTURIÓN
Vámonos pues aparceros
que el tiro ha sido largaso,
porque siguiendo a este paso
rumbiamos para el carnero.
Ya le hemos sacao los cueros
a manates y dotores,
y tal vez estos señores
si lo saben algún día,
nos manden las polecías
que nos curtan a rigores.

BALIENTE
Ya bastante hemos chupao
y por demás platicamos,
aura si quieren que bamos
a la casa de un pelao,
me contaré muy honrao,
y feliz con su presencia,
porque siempre mi querencia
está a su desposición;
pa cualesquier ocasión
que hagan esa resolvencia.

JULIÁN
Lo que es hoy, no lo visito,
de aquí me voy a ranchiar,
porque quiero pastoriar
la hija de ño Agapito,
que es mosa que para un frito
naide le pisa la cola.
Yo ya le he tirao mis bolas
y por poco se las priendo,
pienso que me anda queriendo
y quiero encontrarla sola.

BALIENTE
¡Ah! Julián, siempre a de ser
lo mesmo que Centurión,
se le enancha el corazón
cuando topa a una mujer.

LUCIANO
Nosotros rumbiando iremos
hasta la vista Julián,
que llene todo su afán
hermano le desiaremos,
y listos siempre estaremos
para cualesquier evento,
que se ofresca, y al momento
a su lao hemos de estar,
para por la ley luchar
o dar nuestro último aliento.

JULIÁN
Conque hasta siempre aparceros...

BALIENTE
No se pierda de este pago
que no ha e faltar un trago
para templar el garguero.

JULIÁN
Algún día he de crusar

BALIENTE
Ya sabe aquella es su chosa...
y aunque vale poca cosa
más no le puedo ofertar

LUCIANO
Adiós pues ño Presidente,
adiós menistros, dotores,
adiós plumarios señores,
y adiós letraos deligentes,
si alguno se me risiente
no será tan gran quebranto,
se me han resentido tantos
y me he sabido escartar;
que eso nunca hará saltar
de mis ojos triste llanto.

Tengo el pie sobre el estribo
y relincha el redomón;
medio chispiao y alegrón
voy con rumbo pa mi pago,
y a salú de la nación
empino este último trago.

Adiós por última vez
se acabó todo mi canto,
como que ya grité tanto
cuasi me quedo sin voz:
ahí va de Luciano Santos
el más cariñoso adiós!

FIN