Despedida (Barbosa de Bocage)
Ausentome de ti, ¡paterno Sado! mansa corriente, deleitosa, amena, en cuya playa el nombre de Filena he mil veces escrito y mil besado. No me verás, en medio a mi ganado, tañer más la amorosa y blanda avena, a cuyo susurrar ibas, serena, a confundirte con el mar salado. Debo blandir, por orden de la suerte, cayados no: mortíferos alfanjes en los campos de Marte, altivo y fuerte. Y tal vez, entre impávidas falanges haga testigos de mi propia muerte a las riberas que humedece el Ganges.