Descripción Geográfico-Moral de la Diócesis de Goathemala/Tomo 2/Xoyabah

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Presidencia de Santa Maria Xoyabah.

Dede el Pueblo de La zacualpa hasta el de Santa María Xoyavah hay tres leguas, rumbo como de entre poniente, y norte; á entre oriente, y súr; el camino tiene sus llanuras, y algunas cuestas demaciado violentas; bien que por haverlo perdido los que guiaban, fu preciso vaxár una montaña algo violenta, y bolverla á subir.
 Luego que se sale de La zacualpa se cruza un arroyo de no mucho caudal, y á poco se le incorpora el que se pasó antes de entrar en este Pueblo, como tambien otros que vajan de la montaña del norte, de manera, que à una legua, y media es río caudaloso; corre de poniente á oriente, y es el que se cruza por puetne, quando se sale de Xoyavàh.
 La valle que hay desde Asacualpa, por donde corre el arroyo, tiene legua y media, ú dos de longitud, y tambien tiene como media, y una legua de latitud con muchas aguas, que se pueden aprovechar; y aparece tan vertil, que si se cultivara daria todo genero de frutos, y podia hacer al Pueblo rico, aunque fuera mui numeroso; pero assi esta valle, como otras muchas tierras, que hay al derredor del Pueblo, y mui frondosas, están sin cultivo, y quasi ningun cuidado, contentandose con sembrar solamente algunos maizes, con lo que no puede dexar de ser Pueblo mui pobre.
 El Pueblo de Xoyaváh, aunque en mucha altura està puesto en sitio hermoso, frondoso, y llano, bastantemente dessembarazado; no obstante, que tiene contiguos algunos cerros vestidos de arboles, poco elevados, y que forman varias vallejas.
 A la vanda del norte tiene una grande montaña, que corre de poniente á oriente; y á la otra parte, rumbo al norte de Xoyavàh están los Pueblos de Sacavahá, á once leguas; de Cubúlco, á doce; y el de Sacapulas inclinado al poniente, á diez y nueve.
 Este Pueblo es Presidencia comprehendida vajo la canonica de Lasacualpa; y en donde havita, como se dijo, el cura propio; no tiene anexo, pero si muchos trapiches, que no se especifican, y los sitios siguientes, que son los mas notables 1º. hazienda de Chuacorral. 2º. hazienda el Portues. 3º. Sitio de Saltán; cuyas situaciones y distancias aparecen en el mapa y tabla siguiente.
 1_ Pueblo de Xoyavah cavezera. Leguas
 2_ hazienda el Chacorral á - - - - 1
 3_ hazienda el Portues á - - - - 4
 4_ sitio de Saltán á - - - - 7
No pone el cura con distincion, y especificacion las familias que hay en estos sitios, y todas las pone en el numero de las del Pueblo.
En esta Parroquia hay familias 416..con...1543 Personas
 Se halla esta Administracion á cargo de un cura, que lo es há yá muchos años. Fr. Manuel Antonio Patiño, de genio algo estrabagante, y anciano; no tiene compañero. El Ydioma, que se habla es Kiche; los frutos de este territorio son página maizes, frexoles, caña, y algunos ganados; las casas están cuviertas de texa, no tan esparcidas como lo estàn regularmente en todos los Pueblos; y los Yndios tienen lo que hán menester, por que tienen muchos trapiches en las cercanias del Pueblo, y estos son de utilidad á los Yndios. Las utilidades de esta Presidencia son 1342 pesos= 40 [?] de maiz cada año; y 240 huevos cada semana, segun dixo el cura.
 Luego que llegue al Pueblo me dixo el cura, ó un Religioso, que se hallaba en la ocacion, por que no tengo presente quien fue; que un Ladino acostumbraba á venir al Pueblo (tendrá su havitacion en algun trapiche, ó hazienda) y alborotaba á los Yndios contra el cura, á lo que influia Fr. Luis Abendaño Presidente en Santa Cruz Kiche, quien havia administrado en Xoyaváh algún tiempo, y procuraba condescender con ellos, y darles gusto; y que por no hacerlo él los tenia contrarios.
 Con esto me persuadí desde luego; que toda la visita se pasaria en oir cuentos de los Yndios con el cura, sin que se pueda averiguar la verdad, en poniendo por escudo dho pretexto; pues á las quexas de los Yndios regularmente responden los ucras, que todo es mentira, y que no lo pueden sufrir; por que los precisa á que oygan misa, y la doctrina, y que el cura que antes estaba los dexaba vivir como queria; pero no fue assi, porque ni los Yndios dieron quexa contra el cura; ni este contra los Yndios, y todos quedaron santificados en las respuestas.
 Dice pues el cura en sus respuestas; que en quanto á abusos y escandalos no há notado cosa alguna en estos Pueblos, y solo si es el vicio mas dominante, el de la embriaguez, y que con los medios, que há tomado, se há logrado que no sea mui frequente; mayormente haviendoles intimado, que assistan todos los Domingos de cada un mes al Rosario, prinsipalemente, en tiempo de verano, por ser los dias, que gastan en esas embriaguezes; como tambien, que asistan todos á la misa, y doctrina para de todos modos divertirles el tiempo= Que todos hán confesado, y comulgado en la Quaresma, y en esto tienen gran cuidado, y ninguno se queda sin hacerlo; son estos Yndios (procigue) suaves, y corregibles; pues me hà sucedido no querer confestar á una Yndia moza al prinsipio de la Quaresma, por no saver nada de la doctrina, y antes que se acabára la Quaresma, yá la sabia toda; y assi con qualquiera insinuacion, que les hagan de correccion se enmiendan, y corrigen.
 Que quando se pasó á este Pueblo del de Lazacualpa hecho menos la escuela recomendada por el Rey, y Arzobispo; pero que no pudiendola haver, por no tener bienes, la comunidad se sacrificó personalmente á instruir á ocho muchachos, y á estos los há puestos Maestros de veynte y tres, que estan aprendiendo a leer, escrivir, y mucica.= Y que no solamente no há notado ydolatria, ni supersti= página 164 ciones; sino que ha reconocido, que se afrentan mucho de que los llamen bruxos; y es el mayor baldon, que para vengarse de ellos se les puede desir; de donde se infiere, que sienten mal de essas cosas. Hasta aqui el cura.

Reflexiones

Como en cada Parroquia procuro ceñirme á lances particulares, que suceden para las reflexiones, ó á las respuestas del os curas; es preciso decir en esta lo que sucede en muchas con lo que yá tengo insinuado, en orden á quejas de los Yndios contra los curas, y escudo con que se arman estos para revatir las quejas de los Yndios.
 No es dudable, como hé dicho muchas vezes en varios lances; que ni há havido, ni hay, ni há de haver criaturas mas dignas de compacion que los Yndios; pero ni tampoco conpacion de menos efecto, que la que se usa con estos. No sabrè explicar lo que concivo, sino es haciendolo sencible con un exemplo: ponen los Yndios un memorial en mano del Arpo, del Presidente, de la Audiencia, del Fiscal, ú otro contra el cura, Alcalde mayor, Theniente SSª. Yo supongo, que muchas veces mienten en lo que dicen; pero otras muchas veces dirán verdad, como lo devemos creer; como no puede procederse sin averiguacion, apenas lo saven lso acuzados los amenazan, que los hán de despellejar á azotes; ellos son tan temerosos, que basta decirles solamente con un poco de ayre, y brio: con que me haveis acuzado? Luego responden: no mi Padre, y vienen con otros memoriales, deshaciendo lo dicho con mil mentiras, como son; que los Principales nada sabian, que á su nombre lo hicieron dos, ó trez Mazeguales, que luego huyeron del Pueblo, por que no los castigaran; pues estàn mui contentos con su cura, con su Alcalde, y que los miran con mucho amor y caridad.
 No es esto lo mas (bien que no es facil estender ni decir que sea lo mas) sino que se forman sumarias por delitos atroces, como por falta de administracion de sacramentos, por repartos injustos, por azotes, que se hán dado tan crueles, que mueren algunos, como es preciso decir al acusado, que responda, los curas responen; que es calumnia impuesta, por que cumplen con su obligacion, y que por que ellos no quieren cumplir con su obligacion, y que por que ellos no quieren cumplir la que les toca por christianos, los tiran á desacreditar; los Alcaldes responden; que no pueden sugetarlos de otra forma, por que le pierden el respeto, y se tumultan; entre tanto que se llaman los Yndios para la ratificacion; los curas los amenazan; los Alcaldes les encarcelan, y azotan; unos, y otros les dicen; que los han de tratar peor en adelante; y como en el intermedio, tienen el comprobante de la experiencia; en la ratificacion salen justificados los curas, y los Alcaldes; y no solamente justificados, sino envanecidos, y sobervios.
 Diré dos cosas recientes, omitiendo muchos, que suceden muy frequentemente. En Texuthla vinieron los Alcales, y Prinsipales diciendo; que en aquel año havian muerto como doze página criaturas, sin bautismo; y como diez y seis adultos, sin sacramentos por culpa del cura; comenzé á informarme, y luego bolvieron con segundo memorial diciendo, ser verdad lo que havian dho, pero que no llamaron al cura; por que uno, que havia estado antesedentemente, havia azotado á un Yndio, por que lo havia llamado para un Santo Oleo; y que temiendo no hiciera este lo mismo no lo llamaban. Todo esto es un enrredo de mentiras; la verdad es; que en el Pueblo de Ystaguacan, lo mismo será en todos, si hán de ir á llamar al cura á la cavezera, debe pagarse por parte de aquel, á cuyo beneficio se llama, su conducion, y por que ó no tiene con que pagar, ó no quiere, ó no se les dá nada dejan morir á las criaturas sin bautismo, y á los adultos, sin sacramentos, de que se ponen en tan poco cuidado algunos curas como los Yndios.
 Sea el segundo: en la Alcaldia de Totonicapam se hallan los micerables Yndios tan cruelmente molestados de su Alcalde mayor, que es mas de lo que se savria decir; parecieron estos infelices á proponer ante la Audiencia sus vejaciones, y despues de varias diligencias se decretó que en ciertos Pueblos solamente repartiera lo que fuera costumbre. Como semejante decreto deja bien avierta la puerta á la codicia, prociguió los mismos repartos, y con mayores excesos. Volvieron a quejarse los Pueblos; se embio un Juez de pesquisa, y resultando en esta gesta falta de respeto, trajo á Goathemala aprisionados á algunos Yndios, que fueron sentenciados á azotes, pero no se executaron, como arriva se dixo. De aqui resultaron mayores vexaciones, y repartos y entre ellos uno nunca oydo, que fue repartir candelas á los Yndios para que se alumbraran.
 Todo há sido digresion, que inevitablemente me ha sacado la compasion de los micerables Yndios, y el conciderar, que ni tiene, ni tendra, ni puede tener regularmente efecto alguno en las presentes circunstancias; y volbiendo á lo que deviera reflexionar como propio y caracteristico de esta Parroquia es una nueva inventiva, que aparece en ella, y tenia notado en otras muchas, á saver; que el cura ó con amenazas, ó con otros arvitrios, que ignoro, ganó á los Yndios para que no dixeran las quejas, que tenian, convinciendose (como es de temer) con ellos, que me diria, que eran mui devotos, por que Yo hacia tales preguntas, que si el no los amparaba tendrian tal vez mucho que sentir.
 El fundamento de este temor es, que los Yndios no produxeron contra él cosa alguna; que en los dias de la Visita estuvo mui oficioso con ellos; que la docilidad tan ponderada es una pura mentira, como convenceré luego; que el me dijo que los Yndios lo acusarian en muchas cosas, pero que todo era por avercion, que la tenian por obligarlos á vivir bien, haviendoles permitido el Padre Abendaño, que vivieran á su libertad; que su genio es tàn discolo, que assi lo dicen los Religiosos; que maltrata á los Yndios, y tan colerico, que tiene muchas vezes en la lengua al Demonio.
 Voy á convencer lo que prometi: el dia antes de marchar me entró, con que los Yndios solamente querian llevar las página 165 cargas hasta tal puesto, por que decian que esto era su costumbre; con el comocimiento, que tengo de los Yndios; y como ni sé, ni puedo mandar, que los azoten, les dixe: Padre, estos Yndios no pasaràn de donde dicen; busqueme arrieron de proposito para concertarlos hasta tal Pueblo, ó puesto. Con esto se salió, y estuvo gran rato muy afaenado con los Yndios, y volbió diciendome: yá está todo compuesto. No padre le repliqué, yo no quiero, que vayan estos Yndios, para que se les pague, y se concierte hasta donde hán de llegar. Ynstó, en que no era necesario, por que estaban convencidos, y muy contentos. Como de qualquier modo Yo no los entendia, y havia de pasar por lo que dixera el cura; y tenia, que entender en otras cosas, dixe al secretario; vaya á tratar con los Yndios, por que sino es bien asegurados, nos dexarian en el camino. Bolvio diciendo: Señor estàn bien asegurados, con todo le repliqué; pues con toda la seguridad nos edxaran en el camino.
 A las tres leguas, que salimos del Pueblo dimos en una rancheria, en que hay poca gente; pasaron los Yndios, quitaron las cargas, y las pucieron en tierra diciendo; que ellos no pasaban de allí; como no les entendiamos la lengua, ni podiamos explicarles bien lo concertado; todo era alboroto, y gritos. Yo tomè el partido de entrarme á un xacal, diciendo; que se embiara un criado á qualquier Pueblo á buscar gentes, que nos llebaran las cargas; con esto unos, y otros entraban al xacal persuadiendome, que allí quedaran algunos mozos, y que pasàra Yo adelante, por que sino tendria muy mal dia; por que aun faltaban, que andar siete leguas, y el sol Ya mortificaba. Haviendome puesto firme en la resolucion, de que no me moviera de allí, comenzaron nuevos esfuersos hasta, que conciguieron que pasarian dos leguas mas adelante las cargas, en donde se encontrarian otros Yndios que las conduxeran.
 Con esto sali del Xacal, y viendo aún las cargas en tierra dixe á los capellanes, no se cansen; por que no me pondrè á caballo sin llevar adelante los Yndios; por que nada fio de ellos, se comenzaron las Ynstancais; continuaron los Yndios en su resistencia hasta que al fin se determinaron á cargar á fuerza de promezas. Esta es la suavidad, y docilidad de los Yndios obedientes á qualquiera insinuacion como dice el cura en sus respuestas, por lo que es de temer que todas son un ensartamiento de mentiras hechas á convenio de los Yndios para que no acuzaran estos, ni denunciaran si tenia algun exceso.