Descripción Geográfico-Moral de la Diócesis de Goathemala/Tomo 1/Conguaco
Desde el Pueblo de Quanixnilapa al de Conguaco hay trece leguas, rumbo de poniente â oriente con inclinacion al norte. Se pasa por los sitios arriva dichos del callejon de Silva, y la Leona. Las dos primeras leguas son de buen camino; las tres que siguen de suvida demaciado violenta; luego se vaja como una legua tambien con violencia, y todo es hasta aqui laberinto de montañas, y cerros con paso del rio de los Esclavos, y a dos arroyos de poco caudal, uno que corre por el Callejon de Silva; otro por la Leona, y ambos ván â morir en el rio.
Al pie de la vaxada hay llanura como de dos leguas muy largas de oriente â poniente, y mas de norte â sûr, en la qual hay algunas haciendas, y entre ellas una llamada de San Nicolas de Asturias, en donde parè y dormí. Desde donde concluye la llanura hasta Conguaco es todo suvida no muy violenta, pero sobrado pesada. Dos leguas antes de llegar â este Pueblo, se pasa por el de Ysulca; y en la mediacion se deja â mano derecha, como á media legua el de Moyuta ambos anexos de esta Parroquia.
La cavezera de ella es el Pueblo de Conguaco con quatro anexos 1.º Ysulca. 2.º Moyuta. 3.º Pazaco. 4.º Jalpatagua. Ytten tiene catorse haciendas, y un rancho; cuyas situaciones, y distancias aparecen en el mapa, y tabla siguiente.
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En el Pueblo de Conguaco hay familias | 226---con--1130 Perzona.s |
En el Pueblo de Ysulca hay familias | 043---con--0255 Perzon.s |
En el Pueblo de Moyuta hay familias | 105---con--0165 Perzon.s |
En el Pueblo de Pazaco hay familias | 033---con--0235 Perzon.s |
En del Pueblo de Jalpatagua hay familias | 047---con--0235 Perzon.s |
En la hazda. de Sn. Nicolas hay familias | 003---con--0035 Perzon.s |
En la hazda. de Sn. Diego hay familias | 004---con--0070 Perzons |
En la hazda. de Dn. Melchor hay familias | 001---con--0004 Perzon.s |
En la hazda. de 2ª. de Sn. Diego hay familias | 002---con--0025 Perzon.s |
En la hazda. de Sn. Ysidro hay familias | 001---con--0007 Perzon.s |
En la hazda. de Sn. Diego hay familias | 001---con--0005 Perzon.s |
En la hazda. de Soyate hay familias | 001---con--0007 Perzon.s |
En la hazda. del Rosario hay familias | 002---con--0009 Perzon.s |
En la hazda. de la Concepon. hay familias | 002---con--0012 Perzon.s |
En la hazda. de los Corados hay familias | 001---con--0013 Perzon.s |
En la hazda. del Platanar hay familias | 003---con--0076 Perzon.s |
En la haz.a el sitio de Enrriques hay familias | 2----con--9 Perzonas |
En la haz.a de S.n Pedro hay familias | 3----con-20 Perzonas |
En la haz.a de Jalpatagua hay familias | 1----con-03 Perzonas |
De q.e resulta haver en esta feligrecia familias | 481---con 2540 Perzonas |
De las que hay muchas de Ladinos pero no pude saver el numero.
Esta administracion se halla á cargo de un cura que lo es há como diez años Don Ysidro Perez de Vega de mediana edad, de poco talento, y expedicion. Se ayuda de un coadjutor que lo es Don Desiderio Figueroa como de treinta años de edad, de muy corto talento, y estudio; pero parece virtuoso, y aplicado.
Debo prevenir no haver hecho memoria de las familias, y personas, que hay en la rancheria, que cito sobre el monte al numero 6. de arriva; porque entiendo, que á ninguna Parroquia pertenece. Pregunté al cura de los Esclabos, y dice; no está á su cargo; pregunte al de Conguaco, y dice; que tampoco está al suyo; y hay tantos Sitios de estos, que á ninguna Parroquia pertenecen, como se irá viendo adelante, y aunque pertenescan a Parroquia determinada es, como sino pertenecieran. Vi en él al paso como diez, y seis Personas.
Porque no se entrañe una proporción tan irregular, debo decir; que por una parte las Salinas, que ocupan como cerca de dosientas leguas á la orilla del Mar del Súr, no pertenecen á Parroquia alguna, y hay en ellas un sin numero de Personas; pues travajan toda la Sal, que se consume en Personas, y tantos Ganados, y ningun cura se hace cargo, aunque estén en su Territorio, como las hay en este Conguaco. En Pajuides, Trapiches, y haciendas hay otro sin numero de gente, que no pertenece á Parroquia alguna, porque es gente vaga; de modo, que aunque en una hazienda haya cien Personas, se save no más de quatro, seis, ú ocho.
Por ejemplo; haviendo parado en la hacienda de San Nicolas, y confirmado en ella como á treynta Niños; viendo una gran multitud de gente, pregunté al Mayordomo quantas Personas havia en dicha hacienda? Respondiome; que un numero muy corto. Volbi á instar; pues tanta gente como se ve, de donde es? Respondio: esta gente, no está de pie en la hacienda, y son escoteros, que aora están en esta, y luego se van á otra, y de estos no se hace cuenta. Baste lo dicho para que no se entrañe la propocicion, que seria manifestando en adelante con mas claridad.
Las cocechas de esta Parroquia son maizes, y caña, pero con escacez; ganados hay en abundancia, y solamente para ellos es el terreno á propocito; porque desde que terminó el territorio de la Parroquia de los Esclabos, todo el campo es muy arido, y sin arboles, ni en la Valle, ni en los montes, pero hay mucha yerva para los ganados. Los Yndios aparecen muy estolidos, y se conoce que se há tenido poco cuidado en su instruccion, por que ignoran enteramente la doctrina; andan en mucha desnudez, se dice ser muy povres. El Ydioma que hablan es Popoluca, y dice el cura no nececitarse para la administracion por entender el castellano; la renta según dice el cura es de 1393 pesos, y 3 Rls.
Para el Pueblo de Jalpatagua hay malissimo camino por montañas muy asperas, y se ha de cruzar cerca del ["Pueblo" o "Puerto"] del Rio Pululá que es caudaloso, y muchas veces no ofrece vado.
Antes de poner las respuestas del cura; y para que se vea, no sê si diga la relaxacion, ô la inaccion con que no pasan cuidado alguno, de que vivan sus Parroquianos de qualquier modo, y entre quales quiera vicios sin procurarles el remedio; dirê lo que me pasò con êl: Haviendo encontrado la Yglecia en malissima dispocicion, maltratada, sin cerradura, y sin depocito del Santissimo; le hise cargo de todas estas faltas; por lo que respecta â lo material de la Yglecia, respondiò que no havía caudal para sus reparos; pero se encontrô, y en efecto se há hallado para renobarla, y ponerla en mexor sitio. Por lo que mira â la falta de cerradura dixo; que aunque cerrava la puerta, ô la abrian los Yndios, ô podian entrar por otros puestos. Vltimamente por lo relativo â depocito dixo; que no lo tenia, porque temia confundamento, que lo robâran, pues tambien esenterraban los difuntos para quitarles las mortajas, y llevarse varios huezos para sus supersticiones, y que temía, hicieran lo mismo con el depocito.
Supuesto lo dicho paso a sus respuestas, en las que dice, que el vicio, que predomina es la concupisencia, y que puestos los remedios correspondientes, se ha corregido mucho con la docilidad de la gente.= Que todos los Parroquianos cumplen con los preceptos anuales antes, û despues del tiempo determinada por la Yglecia, segun les ayuda, la suma pobreza, que padecen; y que la gente Ladina de las haciendas no asisten â misa, ni menos â la explicacion de la doctrina christiana; que hay algunas Yndias separadas de sus maridos, y no ha podido conceguir noticia de ellos; y que no le consta haverse contrahido matrimonio alguno con impedimento.= Que en la cavezera mantiene escuela de Niños, que asisten con puntualidad; pero en los Pueblos no, por motivos que harà precentes.= Y que no ha notado ninguna Ydolatria, ni supersticion; solo si algunos abusos naturales, los que por su docilidad hà desterrado. Hasta aqui el cura.
Haviendo dicho lo que me sucedio antes de poner las respuestas del cura, pondrè aqui lo que sucedio despues: â pocos mezes me escriviô una carta (que tengo en mi poder) diciendome que se hallaban en la Parroquia quatro matrimonios contrahidos con impedimento dirimente, y que era publico+ los separára ante todas las cosas; que me informarâ de la especie del impedimento; y si contraxeron ambos con mala fee; si querian la revalidacion, y quanto conciderè necesario, porque regularmente es preciso instruirlos de todo, repitiò segunda carta diciendo; que las dos matrimonios se havian contrahido con parentesco en segundo grado; y de los otros dos no estaba acegurado, sin hablar ni de haverlos separado, ni otra cosa alguna. Le respondi, para manejar por mi mismo la dependencia que les dixera, solicitàran la dispensa. Van yà, pues, dos años (quando esto escriva) que no se habla, de mas, ni de dispensa, ni de separacion, ni de impedimentos, ni de tales matrimonios.
Pocos dias hâ que el coadjuto (con motivo de haver Yo mandado, que se empadronáran los que havitan en las haciendas) me vino diciendo, que en una havia encontrado quatro, que sin ser casados, vivian con sus mancebas, como con mugeres propias;
+ y que lo instruyen en lo que devía hacer con ellos. Le respondí, que pues el impedimento era publico que los havia hecho apricionar, pero que se havian huido de la pricion; y que venia â darme cuenta para que proveyera lo conveniente, y para que lo instruyera como deberia portarse en semejantes lances, por que en las haciendas havia mucha gente de esta especie. Lo instrui, y dixe; que me puciera por escrito los nombres de los quatro; dixome, que no lo sabia. Repuse que lo averiguàra, y que con toda brevedad me diera cuenta por escrito, se espera dha cuenta, y se esperarâ, porque nunca la darâ.
Reflexiones.
editarAunque no puedo escusarme â decir (por que assi conviene aunque paresca vanidad) que he llegado â entender â fondo, y â comprehender los pensamientos, palabras, y obras de todas estas gentes, hasta el ultimo escondijo de sus corazones, ê inclinaciones; debo tambien confesar, que por escrito no sê, ni se pueden significar como son en su. No obstante para la mexor inteligencia de quanto he dicho, y dirê en este escrito, contribuirâ, manifestar lo que sucede en esta Parroquia, del modo que pueda, cuyo concepto debe ser general para todos, â recerva de muy pocas.
Este cura en sus respuestas, no tuvo otra idea (segun mi concepto) que responder â mis preguntas sea con verdad, ô con mentira; y à esto contribuyen muchas cosas, â lo que entiendo 1ª que al paso que son por lo comun ignorantissimos, no son menos vanos, y deceàran, que Yo formàra juicio, de que tienen las Parroquias en el mexor estado; porque si bien manifiestan algunos vicios de sus Parroquianos; se persuaden ciertamente, que todos tenemos los mismos, y que somos egrios, y lascivos, y que no podemos vivir en el mundo sin estos vicios.
2ª. estos hombres quieren, que los curatos sean beneficios simples, y rurales; de modo que en todo el mundo christiano no hay por lo comun curas mas descansados, que los de la America, aunque tengan tres, ô quatro Pueblos, muchas haciendas, y miles e Parroquianos; porque todo su que hacer està ceñido â decir una, ô muchas misas, quando les pagan; â administrar el sto oleo, quando los llaman; yà confesar por si, ô por otros una vez al año á los que quieren, ô no quieren confesarse mal, ô tal vez bien; porque suele esto concertarse â cinco pesos por ciento y en un dia pueden ganar los conesadores quince, ô veynte pesos. Con esto se escusan â que Yo sepa las cosas, para que no los moleste con mis providencias, viendo que se toman algunas, aunque harto pocas.
3ª. unos forman juicio (y son los menos) que todos los adultos se condenan, y que todos los trabajos son pedidos; porque nada se puede remediar. Otros jusgan; que sin embargo de tantos vicios, ê Ydolatrias todos se salvan; porque hayen Dios otra providencia para la salvacion de los Yndios, y varios Americanos, distinta de la revelada en el evangelio. Con esto unos por falta de esperanza, y otros por sobra de presumpcion, los dexan assi, conciderando que el Prelado no ha menester noticia alguna, ni ellos que se les de providena. porque en su sistema, ô se condenan, ô se salvan de qualquiera manera.
Hablo con esta claridad, porque sucede assi, y porque no me haga Dios cargo que soy en su viña perro mudo, que no me atrevo â ladrar. Y concretandome â esta Parroquia devo decir, que quando arguia al cura sobre defectos tan notables, que le encontrê en la Yglecia, fueron sus Parroquianos tan supersticiosos, ê Ydolatres, que robaban los muertos, para abusar de sus huezos, para sus supersticiones; y temia que para sus Ydolatrias hicieran lo mismo con el santissimo depocito; pero en las respuestas no hay, ni supersticiones ni Ydolatrias; y es, que no tuvo presente, que necesitô, que las huviera para cubrir sus faltas; que haviendolo jusgado necesario, aûn quando fuera mentira, tal vez las huviera puesto.
Ni es de admirar, que no estuviera prevenido de mis cargos porque es muy comun el no haver depocito del Santissimo en las Parroquias; y aun jusgarán que es ociosidad tenerlo, una vez que ni dan el viatico à los enfermos, ni se comulgan los Parroquianos, sino quando mas una vez al año.
El no haver hablado mas de la nulidad de los matrimonios, ni de los impedimentos, con que se contraxeron, ni de la buena, ô mala fee, ni de la separacion, conciste ciertissimamente, en que la separacion no se hiso; en que la buena, ô mala fê conciderò que no era del caso, como ni el dicernir la especie de los Ympedimentos; y en haverse persuadido, sin la menor duda, que, vista su carta, le respondiera que yá todo estava dispensado, y sin mas diligencia quedaban rebalidados los matrimonios, porque sino há sido este el estilo, es porque quasi todos los curas; ô todos tenian facultad para revalidarlos sin dar noticia al Prelado, y sin saver, ni haverles dho las circunstancias que havian de concurrir para la revalidacion; lo que ciertamente sê, y puedo hacer constar por edicto general, en que consta dicha facultad, sin prevenir las circunstancias prescritas en las solitas; y assi es regular graduàra, como ridiculas mis respuestas, y los dexara vivir, y vivan, como se estaban; porque inumerable multitud de dependencias gravissimas no dan lugar â que se pongan en ellas, ni remedio, ni atencion particular.
Poco mas, ô menos hâ sucedido lo mismo con la declaración del coadjutor, de que ya no se hablarà mas; porque haviendo vuelto â la Parroquia es regular haya conferenciado la especie con el cura, como tambien que habràn resuelto, quede sepultada, y no se hjable mas de ella, ni se me den tales noticias; porque les dare trabajo con mis providencias, y harê que los curatos sean carga insoportable, quando à los Pobres les pesa mucho el Oficio Divino, y tanto qe. no faltan, quienes ni tengan breviario, no sea, que solo el poder rezarles cause flato, ô acarree la fluxion.
Los motivos para no tener escuelas en los Pueblos, no los dixo pero seràn sin duda, el que los Padres de los NIños no querrân, que estos concurran â la escuela, aunque no fueran mas escuelas, que la que hay en la cavezera, reducida â que el fiscal canta las oraciones, y texto de la doctrina â los Niños, y Niñas, que se dicen de escuela. Aunque el modo de pensar de los curas arriva dicho pareezca increyble, pero el se hara bien verisimil, y cierto con los documentos de las Parroquias de Gueguetenango, y Chichicastenango, y con otros muchos, que podría ofrecer.