Dejadme un rato, pensamientos tristes

​Dejadme un rato, pensamientos tristes​ de Lope de Vega
Soneto 42
   Dejadme un rato, pensamientos tristes, 
que no me he de rendir a vuestra fuerza.
Si es gran contrario Amor, amor me esfuerza;
penad y amad, pues que la causa fuistes.

   No permitáis, si de mi amor nacistes,
que la costumbre, que a volver me fuerza,
de mi firme propósito me tuerza,
pues en los desengaños me pusistes.

   No queráis más que amar, amar es gloria; 
no la manchéis con apetitos viles;
vencedme, y venceréis mayor victoria.

   Si en Troya no hay traidor, ¿qué importa Aquiles? 
Mas, ¡ay!, que es mujer flaca la memoria,
y vosotros cobardes y sutiles.