Declaraciones Del Presidente Y La Primera Dama A Los Ganadores Estatales Y Nacionales de La Mención Maestro del Año 2007 (26 de abril de 2007)
<< Autor: George Walker Bush
Declaraciones Del Presidente Y La Primera Dama A Los Ganadores Estatales Y Nacionales de La Mención Maestro del Año 2007
editar- Rose Garden
10:17 A.M. EDT
SEÑORA BUSH: Felicitaciones, Andrea. Felicitaciones a usted. Felicitaciones a todos nuestros Maestros del Año.
Hoy al celebrar sus logros, rendimos homenaje a los excelentes maestros en todo nuestro país por su dedicación y trabajo arduo. Conocemos las características de los buenos maestros. Tienen una energía y entusiasmo extraordinarios, y magníficas aptitudes de organización. El personal escolar es gente comprometida con la gente. Tiene la capacidad de respetar e interactuar con cientos de personalidades distintas todos los días.
He visto esta energía y entusiasmo, además de gran determinación, en los maestros que he conocido en toda la costa del golfo. Hoy tengo la oportunidad de agradecerles a los maestros que han trabajado para reabrir sus escuelas lo antes posible. Los maestros de la costa del golfo llevaron consuelo a sus alumnos con salones estables y llenos de cariño, incluso cuando ellos mismos vivían en remolcadores de la FEMA. Estos maestros y los sobresalientes maestros que están presentes hoy nos recuerdan que la enseñanza es el mayor servicio público. (Aplausos.)
En todo el país, maestros excelentes les demuestran a los niños que existe un adulto que se interesa en ellos, los respeta y cree en ellos. Es una lección que marca a los estudiantes para toda la vida.
Ahora, me gustaría presentarles a alguien que sé que se interesa en nuestros maestros, los respeta y cree en ellos: Damas y caballeros, mi esposo, George W. Bush. (Aplausos.)
EL PRESIDENTE: Se olvidó de añadir "y ama a una maestra". (Risas.) Fue una buena decisión casarme con una maestra, y para Laura y para mí es un honor darles la bienvenida aquí en el Rose Garden. Gracias por asistir y gracias por enseñar.
Éste es un día especial para todos los que se interesan profundamente en la educación, porque comprendemos plenamente que, sin buenos maestros, es difícil lograr los objetivos nacionales. Y, entonces, la Ceremonia del Maestro del Año es una oportunidad de rendirles homenaje a funcionarios públicos realmente fabulosos, estadounidenses maravillosos, por lo que les doy la bienvenida.
Le agradezco a la secretaria de Educación por acompañarnos. Quiero darles las gracias al congresista John Boozman y su esposa, Cathy, de Arkansas. Le agradecemos a Jay Inslee, de Washington, por acompañarnos; gracias, congresista. Dennis Moore y Stephanie, de Kansas, están con nosotros, como también Rick Larsen de Washington. Me pregunto por qué nos acompañan todos estos congresistas de Washington. (Risas y aplausos.)
Laura y yo acabamos de tener la oportunidad de agradecerle personalmente al Maestro del Año de cada estado. Es un honor darles la bienvenida a la Oficina Oval; es un santuario de la democracia y un lugar maravilloso para darle a nuestro personal las gracias por un trabajo bien hecho.
Quiero reconocer a los finalistas de este año: Justin Minkel, de Arkansas. (Aplausos.) Josh Anderson, de Kansas. (Aplausos.) Tamara Tiong, de Nuevo México. (Aplausos.) Andrea Peterson, Maestra del Año. (Aplausos.) Y debemos reconocer a Joel, esposo de la Maestra del Año. Gracias, Joel. (Risas y Aplausos.) Y a sus padres . Diré algo sobre sus padres en un minuto.
Quiero darle las gracias a Gene Wilhoit, director ejecutivo del Consejo de Administradores Estatales de Escuelas (Council of Chief State School Officers) por auspiciar este evento. A Rhonda Mims, presidenta de la ING Foundation, Tom Waldron, vicepresidente ejecutivo de ING, y a todos los administradores estatales de escuelas que están presentes hoy, les agradezco por asistir. Gracias por rendir homenaje a los maestros. (Aplausos.)
Cuando uno se pone a pensar, pocos profesionales tienen un impacto tan directo en nuestro futuro como nuestros maestros. Los maestros son los primeros amigos y consejeros de nuestros niños, y son un modelo para ellos. Los maestros despiertan sus mentes jóvenes y los maestros fomentan su inventiva y dan rienda suelta a su fértil imaginación.
La enseñanza es un trabajo exigente, incluso durante sus mejores momentos. A veces, los maestros se topan con estudiantes para quienes tienen que hacer acopio de toda la paciencia y comprensión que puedan. En esos momentos, simplemente les pido que recuerden que algún día, ese estudiante podría llegar a ser Presidente. (Risas y aplausos.)
Pedimos mucho de nuestros maestros, y les debemos mucho a cambio. Una de mis prioridades primordiales como Presidente fue trabajar con miembros de ambos partidos para aprobar lo que se denomina la Ley para que Ningún Niño Se Quede Atrás (No Child Left Behind Act). Estoy. no me es posible expresar cuán importante es esta ley para asegurarnos de que todos los niños aprendan a leer, escribir, sumar y restar. La ley insiste en estándares altos, estándares que todos ustedes fijan en sus salones de clase. De otro modo, no serían los Maestros del Año. Dice que es importante evaluar para determinar si nuestros niños están aprendiendo y alcanzando los estándares. Las evaluaciones no son una herramienta punitiva. Las evaluaciones son una herramienta para corregir y recompensar.
La ley No Child Left Behind está funcionando. En lectura, los niños de nueve años han alcanzado más logros en cinco años que en los 28 años previos, en conjunto. Es más, un Presidente no podría reportar tal cosa al país si no hubiéramos evaluado y establecido la certeza de los hechos. En matemáticas, los niños de nueve y 13 años han obtenido los puntajes más altos hasta ahora. Tanto en lectura como matemáticas, los estudiantes afroamericanos e hispanos están obteniendo puntajes más altos y comenzando a reducir la disparidad en el rendimiento con relación a sus compañeros.
La estructura de la ley No Child Left Behind, la estrategia de la ley, tiene mucho sentido. Y es por eso que el Congreso debe reautorizar esta eficaz ley. Pero la ley no funcionaría si no hubiera maestros sumamente dedicados que se aseguraran. se aseguran de que nuestros niños aprendan.
La enseñanza es más que una profesión; es una vocación. Y nuestra Maestra del Año descubrió esa vocación a temprana edad. Andrea Peterson sabe cuán importante fue la educación en su vida. Al fin y al cabo, como me explicó en la Oficina Oval, su primer ejemplo fue su papá, que enseñó durante más de 30 años. (Aplausos.) Y le damos la bienvenida. Y lo felicitamos por ser tan buen padre que su hija está aquí en el Rose Garden como la Maestra del Año del país. (Aplausos.)
Andrea tiene dos cuñadas que son maestras y su suegra es maestra. Ésta es una familia que realmente le da importancia a la gramática. (Risas.) Probablemente no me iría tan bien si comiese en su casa. (Risas.) Cuando uno proviene de una familia de maestros, tiende a desarrollar el gusto por el aprendizaje para toda la vida. Y lo que es más importante aun, permite que uno encuentre maneras creativas de inculcarles ese gusto a los otros.
Andrea ha realizado unos. mucho trabajo asombroso como maestra de música en la Escuela Primaria Monte Cristo en Granite Falls, Washington. (Aplausos.) En sus 10 años en Monte Cristo, ha desarrollado un impresionante programa de música, prácticamente de cero. Ayudó a la escuela a comprar instrumentos, organizó un coro después del horario de clases y ayudó a obtener programas de computación que permiten que los estudiantes compongan su propia música. Ha integrado la educación musical en otras materias. Ha tomado novelas que los niños estaban leyendo en otras clases y las ha convertido en producciones musicales. Ha usado las notas musicales para explicar fracciones. Ha ayudado a alumnos a hacer aportes a la comunidad al desarrollar un programa de música que rendía homenaje a veteranos locales. Ha usado la música para ayudar a los estudiantes que fracasaban en clases tradicionales.
Es más que una maestra de música. Un padre dijo lo siguiente de Andrea: "A la señora Peterson le apasiona su trabajo, es obvio". De hecho, como cualquier buen maestro, Andrea tiene tantas responsabilidades que cualquiera de nosotros quedaría agotado. Por ejemplo, en meses pasados, enseñó a tiempo completo, cumplió con sus obligaciones como Maestra del Año del estado de Washington y participó en las actividades del programa nacional de Maestro del Año. Y encima, hace cuatro semanas dio a luz a una niña llamada Faith. (Aplausos.) Eso es lo que se llama acometer tareas múltiples a la vez. (Risas.) Faith probablemente todavía no lo sabe, pero es afortunada de tener padres como los Peterson. (Aplausos.)
Hay otros maestros que considero merecen una mención especial hoy, y me refiero a los maestros de Virginia Tech. Hicieron todo lo que pudieron para proteger a sus estudiantes de un día horrendo, y están haciendo todo lo que pueden para ayudar a consolarlos después de lo ocurrido. Un maestro dio la vida al usar su cuerpo para bloquear el acceso a un aula mientras sus alumnos saltaban por la ventana para ponerse a salvo. Los maestros y estudiantes y padres de la comunidad de Virginia Tech están en los pensamientos y oraciones de todos y cada uno de los estadounidenses.
Esta tragedia ha afectado a por lo menos uno de los maestros aquí presentes de una manera muy personal, y ella es Susan Evans, que obtuvo su maestría de Virginia Tech, y le damos las gracias por vestir hoy la bufanda de Virginia Tech. (Aplausos.)
Nuestra nación aún trata de encontrarle sentido a esta tragedia, como también lo hacen los niños de Estados Unidos. De hecho, una de nuestras tareas más difíciles es explicarles actos horrendos como éste a los estudiantes. Es una tarea difícil, pero quiero darles las gracias a los maestros de Estados Unidos por consolar y animar a los jóvenes del país durante momentos difíciles como la tragedia en Virginia Tech.
Somos afortunados de tener maestros como los que tenemos en Estados Unidos: hombres y mujeres motivados a enseñar por el deseo de servir a algo superior a sí mismos. Entonces, en nombre de una nación agradecida, les doy las gracias por su arduo trabajo y su dedicación. Les agradezco por preparar a nuestros niños para los desafíos del siglo XXI. Y les agradezco por todo lo que hacen todos los días para ayudar a forjar un Estados Unidos mejor.
Felicitaciones, y bienvenidos a la Casa Blanca. (Aplausos.)
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