De vos ausente, ocupa en llanto el día
De vos ausente, ocupa en llanto el día, y la noche me acoge en mi lamento, y para más dolor, conmigo cuento mi breve bien perdido y alegría. Vuestro duro rigor ya bien debía enternecerse de mi sentimiento, y descubrirme en tanto apartamiento un rayo solo de la lumbre mía. Pero si vos queréis con este olvido alentar la pasión que me maltrata, lo hecho sobra ya para venganza. Mas aunque en soledad y aborrecido, no podréis, aunque más podáis, ingrata, que yo no os ame, ajeno de esperanza.