Joffre

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Como robusto roble centenario

que al rayo y a la ráfaga se enfrenta,

te yergues en el hórrido escenario

donde crepita la mundial tormenta.


Yo tu pujanza olímpica celebro;

para alabarte anulo la distancia:

traigo toda la Francia a mi cerebro

y en él te alojo a ti... ¡que eres la Francia!


Ella que hoy en tu espíritu respira

y en el ramal de tus arterias late

como en las cuerdas de animada lira,


de tu tesón espera su rescate.

¡Quien admira la Francia a ti te admira

porque toda la Francia en ti combate!