De pié los muertos/A Italia
A Italia
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¡En la viva esmeralda gigantesca
del mar, como una solitaria ondina,
hundes tu carne, luminosa y fresca,
saturada de púrpura latina!
¡Y en tanto que, sobre las olas miras,
pasar la procesión de tus bajeles,
cantan tus triunfos de anuncianas liras,
pintan tu gloria angélicos pinceles!
No hay sol como tu sol cálido y rubio,
Ni azul como tu azul. La sabia Grecia
volcó en tu ser su espiritual efluvio.
Nación ninguna, como tú, se precia,
de ostentar un fanal... ¡como el Vesubio,
y una acuática flor... como Venecia!