Escena X

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ADELINA, PAQUITA Y CARLOS; DON ANSELMO, por el fondo. La posición de los personajes es la siguiente: CARLOS, en pie, sosteniendo a ADELINA, que desfallece; a su lado, PAQUITA; en la puerta, DON ANSELMO; por fuera se ve el grupo de los demás personajes observando con curiosidad.


ANSELMO.-Te oí gritar, Carlos.

CARLOS.-Sí; gritaba como un insensato.

ANSELMO.-Después te oí amenazar.

CARLOS.-¡También! Sí; todas las vilezas, todas las infamias imaginables me habrás oído; no lo dudo, porque aún las oigo yo. Pero lo que no me has oído, ni me han oído aquellos que, entre curiosos y cobardes, se asoman por allá fuera es esto..., oídlo bien: ¡Adelina! ¡Adelina! ¡Perdón, perdón! (Arrojándose a sus pies.)

ADELINA.-¡CARLOS! (Echándole los brazos al cuello.)

ANSELMO.-Luego, ¿es inocente?

CARLOS.-¿Estaría yo así si no lo fuera?

ANSELMO.-¡Y la prueba? (Él y todos los de fuera avanzan un poco.)

CARLOS.-¡La prueba! (Con acento terrible y levantándose.)

ADELINA.-¡No! ¡Silencio!(Al oído.)

CARLOS.-¿Y tú? (Al oído.)

ADELINA.-¡Qué me importa! (Abrazándole.)

CARLOS.-¡La prueba de su inocencia! ¿Pues no la tengo entre mis brazos?

ANSELMO.-¡Pobre insensato!

CARLOS.-¡Pobre padre mío!


Telón