De mala raza: 13
Escena XII
editarVISITACIÓN, CARLOS, DON ANSELMO, DON NICOMEDES, DON PRUDENCIO, ADELINA Y PAQUITA, por el fondo.
PAQUITA.-¡Anselmo!... ¡Anselmo!... ¡Ven!... ¡Pronto!...
ANSELMO.-¿Qué es eso?... ¿Qué ocurre?... ¡Estás inmutada!...
PAQUITA.-¿Yo?... ¡Qué idea!... Vine de prisa..., casi corriendo... Por eso... (Procurando sonreír.)
ANSELMO.-Pero ¿qué hay?
PAQUITA.-Una visita.
ANSELMO.-¿Quién?
PAQUITA.-Víctor.
ANSELMO.-¡Ya! Sal tú y entretenle.
PAQUITA.-Yo sola..., no; ven tú también. (Con ansia mal contenida.)
ANSELMO.-No puede ser; nosotros estamos muy ocupados con una boda.
PAQUITA.-¿Con una boda?
ANSELMO.-Sí; observa. (Señalando a ADELINA y CARLOS.)
PAQUITA.-¡Adelina, Carlos!... ¡Ah, qué felicidad!... ¿Y vivirán con nosotros?... ¡Siempre a mi lado!... ¡Adelina, abrázame!... ¡Serás mi hermana, mi hija!...
ADELINA.-¡Sí, Paquita!
ANSELMO.-¡Qué buena es! ¡La quiero tanto (Refiriéndose a PAQUITA.) como a ese pícaro!
VISITACIÓN.-¡Ya lo creo que es buena! ¡Como que es de buena raza!
CARLOS.-¡Padre, nuestra vida, una existencia entera..., hasta la última gota de mi sangre..., hasta el último latido de mi corazón..., todo tuyo!... ¿Verdad, Adelina?
ADELINA.-¡Sí, padre!... ¡Permítame usted darle este nombre!... ¡Los dos mirándonos en usted!
PAQUITA.-¡Los dos!... ¡No seáis egoístas!... ¡Los tres! (CARLOS, ADELINA y PAQUITA rodean a DON ANSELMO.)
ANSELMO.-¡Los tres!... No son bastantes... ¡Necesito alguno más!
CARLOS.-¡Ay padre del alma!
ANSELMO.-¡Ah tunante!
VISITACIÓN.-¡Pues ya está hecho!
PRUDENCIO.-¡Al porvenir!
CARLOS.-¡Ay padre mío, cuánta felicidad te debo! ¡Y cuánto cariño! ¡Y cuánta gratitud!