De la profesión que hizo en la Orden del Amor
I
Porque el tiempo es ya pasado
y el año todo cumplido,
después acá que hube entrado
en Orden de enamorado
y el hábito recibido,
porque en esta religión
entiendo siempre durar,
quiero hacer profesión
jurando de corazón
de nunca la quebrantar.
II
Prometo de mantener
continuamente pobreza
de alegría y de placer;
pero no de bien querer
ni de males ni tristeza,
que la regla no lo manda
ni la razón no lo quiere,
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
que quien en tal Orden anda,
se alegre mientras viviere.
III
Prometo más: obediencia
que nunca será quebrada
en presencia ni en ausencia,
por la muy gran bienquerencia
que con vos tengo cobrada;
y cualquier ordenamiento
que regla de amor mandare,
aunque traiga gran tormento,
me place y soy muy contento
de guardar mientras durare.
IV
En lugar de castidad,
prometo de ser constante;
prometo de voluntad
de guardar toda verdad
que ha de guardar el amante;
prometo de ser sujeto
al Amor y a su servicio;
prometo de ser secreto.
y esto todo que prometo,
guardarlo será mi oficio.
V
Fin será de mi vivir
esta regla por mí dicha,
y entiéndola así sufrir,
que espero en ella morir
si no lo estorba desdicha;
mas no lo podrá estorbar
porque no tendrá poder,
porque poder ni mandar
no puede tanto sobrar
que iguale con mi querer.
VI
Si en esta regla estuviere
con justa y buena intención,
y en ella permaneciere,
quiero saber, si muriere,
qué será mi galardón;
aunque a vos sola lo dejo,
que fuisteis causa que entrase
en orden que así me alejo
de placer, y no me quejo
porque de ello no os pesase.
VII
FIN
Si mi servir de sus penas
algún galardón espera,
venga ahora por estrenas
-pues mis cuitas son ya llenas-
antes que del todo muera;
y vos recibid por ellas
-buena o mala- esta historia,
porque viendo mis querellas,
pues que sois la causa de ellas,
me dedes alguna gloria.