Días y noches
I

de Líber Falco

Ibas con un pie pisando por la calle
y con el otro puesto quién sábe dónde.
Ibas con una mano tapándote la cara,
y con la otra saludando
olvidadamente.

Quien te vio morir, fuí yo.
Y me quedé triste.
Ah! pobre diablo.
Pobre triste.