Décima a Orfeo
Bien pudo Orfeo bajar
por Eurídice al infierno
y ostentalla su amor tierno;
pero fue sólo ostentar
que, si la llegará a amar,
le gobernara razón
y no sólo su pasión;
pues sabe que la mujer
es muy fácil de perder
al volver de la ocasión.