Concepto Estratégico Nacional (CEN), 24 de abril de 2000 (Geopolítica)
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El territorio boliviano es un emporio de recursos naturales, por lo cual el país debe ser productor neto de alimentos de exportación: leche, vino, miel y pan; además de carne, frutas, cereales y aceites.
La mayor reserva mundial de minerales de hierro está localizada en Bolivia, como para convertir a la Nación en una potencia siderúrgica. De igual modo, sus ilimitados recursos energéticos, en sus tanques solares, en sus fuentes geotérmicas, en sus espacios eólicos e hidrológicos, nucleares y radioactivos, pueden elevarla al nivel de potencia energética mundial.
Bolivia debe ser una potencia siderúrgica y una potencia energética, además de ser una potencia productora neta de alimentos.
Una Nación-Estado con estas características, tiene en las manos poderosos factores de negociación internacional, con los cuales obtendría resultados positivos en la reivindicación marítima, tan vital y necesaria para su futura supervivencia en condiciones humanas y civilizadas.
Por tanto, el Concepto Estratégico Nacional debe estar vigorosamente orientado al mejoramiento de los factores de negociación internacional, señalados líneas arriba, sin abandonar la soberanía del Estado en el campo siderúrgico y en el campo energético, para mantener la jerarquía negociadora internacional, desde posiciones de fuerza, única manera de convertir a la Nación en un ESPACIO DE CONFIANZA NACIONAL.
Con estos rasgos generales de ideas básicas, podemos definir el CONCEPTO ESTRATEGICO NACIONAL COMO EL METODO PARA LA EDIFICACION DE UN ESPACIO DE CONFIANZA SOCIAL, mediante el mejoramiento de los factores de negociación internacional.
La definición del CEN, al mismo tiempo, define la filosofía del Estado boliviano, o cuando menos formula el ideal superior de edificar un espacio de confianza social que conlleva la necesidad de garantizar la confianza de la sociedad que la habita, mediante estructuras de seguridad nacional; físicas y jurídicas; con lo cual se completa la imagen de un Estado soberano expresado en sus componentes básicos: territorio, población y poder.
Cuando surgió la idea de achicar el Estado durante el gobierno de Reagan, mediante el mensaje del entonces Vicepresidente George Bush, invadió un ambiente de desconcierto entre los analistas políticos, ya que no se podía achicar ni territorio ni población, por ser flagrantemente atentatorios a la vida normal del Estado. La propuesta significaba entonces achicar el Poder del Estado. Efectivamente, cuando menos en Bolivia, se puso en evidencia que se trataba de eso, porque el Estado que antes manejaba las minas, las comunicaciones, los yacimientos de petróleo, las redes ferroviarias oriental y occidental, los servicios de luz y agua potable de las ciudades, súbitamente puso en subasta pública estas empresas vitales y entregó a empresas privadas extranjeras, a precios viles. Incluso la administración del dinero que se reunía de esta humillante subasta pública de los bienes nacionales, se entregó a las empresas extranjeras, empequeñeciendo de esta manera el poder de las decisiones que tenía el Estado. Visiblemente el Estado perdió poder y se achicó, porque se convirtió en simple intermediario entre la empresa privada extranjera y el pueblo sometido a una vil explotación, con menos fuentes de trabajo, con más cargas impositivas y una Balanza de pagos altamente deficitaria, porque hasta el agua y la luz que se consume a diario tiene que pagar divisas, a título de retorno de capital e intereses, más sueldos de personal extranjero y la utilidades.
El Estado se achicó estrangulando el desarrollo normal de la Nación y con el pueblo sometido a la abyecta explotación.
En la economía liberal de libre mercado, globalizada al presente, rige el axioma: empresa que no crece muere. Igualmente, en el sistema democrático globalizado: Estado que no crece, muere. Es sólo cuestión de tiempo en el cronograma de la política globalizada. Por tanto el CEN debe estar vigorosamente orientado al mejoramiento de los factores de negociación internacional señalados líneas arriba.
Los antecedentes expuestos, siguiendo el orden jerárquico de las ideas, nos permiten rescatar el verdadero concepto de Poder: Poder es el conocimiento científico traducido en acción. Sus componentes básicos son: sabiduría, dinero y fuerza organizada. Cíclicamente en espiral creciente con el transcurso del tiempo, en un Estado soberano, la sabiduría genera poder y el poder retroalimenta la sabiduría, incrementando a su vez el poder. Por tanto, el cultivo del conocimiento científico que lleva a la sabiduría, es la función más importante en un Estado soberano.
Se trata de organizar el Estado boliviano desde sus bases fundamentales, es decir, desde las bases que servirán de cimientos al Nuevo Estado Boliviano.
Para la edificación del Nuevo Estado, debemos empezar por hacer un estudio técnico de lo que es la Bolivia actual, empezando por un trabajo de zonificación geoeconómica de todo el país, para lo cual se debe elaborar una metodología sistemática, para proyectar la utilización de los recursos naturales a escala industrial competitiva en la economía globalizada de libre mercado.
Necesitamos como primer paso, una visión ecológica general orientados por las isoyetas nacionales que felizmente ya existen, seguido de un mapeo agrológico de suelos y de un inventario preliminar de recursos forestales, energéticos y mineralógicos, así como de los asentamientos humanos, sus medios de comunicación, el nivel de las economías rudimentarias de las aldeas, así como la economía primaria de las ciudades señalando los rasgos de industrialización en la incipiente economía de escala que ya permite la producción de bienes exportables, sobre todo en el eje La Paz, Cochabamba, Santa Cruz.
Esta información primaria que servirá para procesar la información secundaria, nos facilitará un diagnóstico actualizado de la Nación, para formular una hipótesis genérica y una hipótesis específica de su futuro desarrollo, definir los rasgos de la estructura política en una carta fundamental, así como la filosofía de la Constitución Política del Estado, encabezando el Código Constitucional que normará la vida jurídica del país.
En el Código Constitucional, que será esencialmente normativo y genérico en las relaciones del sector público y el sector privado, estarán contenidas las definiciones de los derechos y deberes ciudadanos, así como las atribuciones rectoras del Estado, de acuerdo a la filosofía adoptada y la realidad geoeconómica del país. Igualmente la estructura del Estado y forma de generar el poder público que involucra los alcances de la soberanía monetaria, modernizando la función del Banco Central, dinero, del mismo modo, quedarán actualizadas la dimensión y estructura de las Fuerzas Armadas de la Nación, las que tendrán la misión específica de velar por el orden institucional, así como de las fuerzas policiales, que tendrán la misión específica de velar por el orden público, constituyendo ambas la fuerza organizada del poder.
También estarán comprendidas en el campo constitucional, las fuentes básicas de generar dinero completando los factores del poder, que le dan seriedad operativa al Estado. Existirán entonces empresas exclusivas pertenecientes al sector público, como la generación de energía eléctrica en todas sus formas para instalaciones superiores a 100 MW. La siderurgia para empresas mayores a la producción de un millón de toneladas de palanquillas de acero anualmente. Las fábricas de cemento logrando superen el millón de toneladas de producción anual. Se creará la Empresa Nacional de Carreteras Pavimentadas, vinculando las fronteras de país de este a oeste y de norte a sud, cada una con cuatro viales de circulación, dos de ida y dos de vuelta, y un servicio de mantenimiento continuo, durante todo el año. La Empresa Nacional de Ferrocarriles Eléctricos de doble trocha que también vincularán las fronteras nacionales de este a oeste y de norte a sud, con servicio ininterrumpido todo el año. La navegación fluvial, maximizando su utilidad mediante canalizaciones y obras hidroenergéticas de regulación del caudal de aguas, recibirán el apoyo de la Fuerza Naval del Estado. La soberanía del espacio aéreo estará a cargo de la Fuerza Aérea junto con el control de los aeropuertos internacionales. El sistema actual de transporte masivo por oleoductos y gasoductos, se generalizará al transporte por ductos a presión cuando se trate de productos exportables superiores a cinco millones de metros cúbicos anual, para lo cual se creará la Empresa Nacional de Ductos a Presión.
Cochabamba, abril 24, 2000
Ing. Héctor Peredo Peredo