Con la razón en su verdad envuelta
Con la razón en su verdad envuelta combate de atrevido mi querer, armado de esperanza, y sin temer que Amor le engañe o pueda dar la vuelta. Acomete animoso a rienda suelta, mi razón, débil contra tal poder, resiste, mas en fin viene a perder, y a parar en mi daño esta revuelta. Que entonces sin sospecha, este cruel de mí triunfa y sin temor se extiende, viendo tan suya toda parte mía; mas no me acaba, porque está con él memoria de un gran bien, y me defiende quien otras mil partes me ofendía.