Comunicación entre la República Argentina y Bolivia/Condiciones naturales del territorio

Comunicación entre la República Argentina y Bolivia
de C. G. Raffelghem
Condiciones naturales del territorio
CONDICIONES NATURALES DEL TERRITORIO




El territorio de Formosa ocupa en el Norte de la República Argentina una superficie más ó menos de 120,000 kilómetros cuadrados.

Los límites del territorio son al Norte y Nord-Oeste, el río Pilcomayo, que lo separa de las Repúblicas del Paraguay y Bolivia, al Sur el río Bermejo, su frontera natural con el Chaco Austral; al Oeste confina con la Provincia Argentina de Salta, mientras que al Este el río Paraguay lo separa de la República del mismo nombre.

El aspecto del territorio es característico por la regularidad del terreno, que se inclina perezosamente desde el pié de la cordillera hasta el litoral. Bosques vírgenes y seculares alternan con praderas pobladas de palmas y de plantas forrageras de todas clases y variedades.

El territorio está cruzado por numerosos ríos, siendo los principales:

El río Pilcomayo, que nace en la meseta boliviana, al Nord-Oeste de Potosí, entre 18° 30' latitud y 69º08 longitud. Después de recibir numerosos é importantes afluentes en Bolivia, entra en el territorio de Formosa donde no tarda en divididirse en dos brazos; el de la derecha conocido por el de «Canal del Instituto Geográfico» es el más importante; el de la izquierda conserva su primitivo nombre. Después de separarse en un trecho bastante largo, serpenteando uno y otro brazo entre lagos y pantanos, donde pierden gran parte de sus aguas, vuelven á unirse para luego confluir con el rio Paraguay á los 25° 20, latitud y 57º 57 longitud, frente al cerro «Lambaré» situado á seis leguas al Sur de la Asunción.

El río Bermejo nace en las montañas de Tarija. Después de haber recibido varios afluentes en Bolivia entra en la República Argentina por la provincia de Salta. A diez leguas Sud-Este de la pequeña y antigua ciudad de Oran, recibe las aguas del San Francisco ó río Grande de Jujuy, río importante, navegable hacia el interior de las provincias de Salta y Jujuy. Poco después de su confluencia con el San Francisco, se divide en dos brazos, el izquierdo toma el nombre de Teuco, mientras el derecho, que se pierde casi completamente en los terrenos bajos, conserva su nombre primitivo. Los dos brazos forman así un gran delta y llegan á reunirse á los 25º 45' 44" latitud y 60º 26' 02" longitud, juntándose luego con el río Paraguay á los 26º 55' latitud y 58º 17' 45" longitud, después de haber recorrido una distancia de más de 2,000 kilómetros en un trayecto geográfico de 700 kilómetros El río Itiyuru nace también en las sierras bolivianas, al Oeste del pueblo del mismo nombre. Entra en la República Argentina por la provincia de Salta, donde recibe las aguas de los ríos Caiza y Arroyos. En una larga distancia corre el río Itiyuru paralelamente al río Pilcomayo, pero apenas entrado en el territorio de Formosa, las aguas del Ituyuru desaparecen, absorbidas por el fondo de arena de su lecho, para reaparecer más lejos y perderse de nuevo en un lago inmenso que da vida á los ríos Dorado y Montelindo (Roca). El río Dorado cae en el «Canal del Instituto Geográfico» mientras el río Montelindo (Roca) dirije sus aguas hacia el río Paraguay.

Entre los numerosos ríos de segundo orden que nacen en el interior del territorio, citaremos los riachos Oro, Palmas y Porteños que caen en el río Pilcomayo; los riachos Granaderos, Negro, Eh-Eh, Inglés, Pasusú, Pilagá, Formosa, San-Hilario Caltapic, Salado, Boticario, Naranjal y Marué, que llevan sus aguas directamente al río Paraguay.

Las lluvias son frecuentes, generalmente abundantes pero cortas; las torrenciales son raras, pero suficientes para cubrir en pocos instantes toda la región con cuatro ó cinco centímetros de agua.

El agua es abundante y se halla en casi todas partes á una profundidad que rara vez pasa de 5 ó 6 metros, generalmente con un gusto salobre.

El rocío es permanente, abundante en verano, siendo entonces más violenta y siempre diáfana la irradiación sobre el aire. Privado de su gran masa de vapores acuosos, el aire se provee de ellos gracias á la evaporación de los ríos, riachos, lagos y esteros. Esta absorción, por evaporación, es de tal modo abundante que produce una verdadera irrigación aérea, preciosa para la vida vegetal y agrícola.

El clima es sano y las fiebres son desconocidas. El extranjero se habitúa fácilmente á esa temperatura, la cual es templada. El término medio á la sombra, tomado durante el período de ocho años, en Formosa, ha sido: en verano 26° 62, en otoño 21° 61, en invierno 17° 32 y en la primavera 22° 07 centígrados. Sin embargo se ha visto, á veces, la columna termométrica subir hasta 38° 80 y bajar á 1º 30, pero son fenómenos éstos que se explican por los cambios bruscos de la meteorología y que son producidos generalmente por las lluvias torrenciales ó los fuertes vientos ecuatoriales y pampeanos.

Una gran parte de la costa del río Paraguay es baja y como este río está sujeto á crecientes periódicas, todos los bajos, hasta dos, tres y á veces cuatro leguas al interior, son invadidos por las aguas formando pantanos que engendran nubes de tábanos, mosquistos, jejenes, etc, que convierten la costa en lugar poco menos que inhabitable.

En cuanto a la población india, calculada en 40,000 almas, más ó menos, apenas la cuarta parte de ella trabaja en los establecimientos azucareros y en la explotación de los bosques. Los otros, nómades y abandonados á sí mismos, viven miserablemente de la caza, de la pesca y con la fruta de los bosques.

Inteligentes, fuertes y ágiles, los indios se prestan á cualquier labor; por su admirable resistencia, robustez y conformación, puede hacerse de ellos excelentes jornaleros, de un rendimiento valioso. Del punto de vista humanitario, es de desear que pronto se colonize ese territorio, á fin de dar á esos desgraciados un trabajo que les permita vivir como hombres, en ese bello país que les ha visto nacer y del cual no se les podrá desalojar lícitamente.