Como el poderos ver, señora mía
Como el poderos ver, señora mía, me sustentaba sin usar de otra arte, cuando en segura y reposada parte Fortuna tanto bien me concedía; así, después que por contraria vía volvió su rueda, y con el fiero Marte, sin que cese su furia ni se aparte de mí, los dos me dañan a porfía, ni su poder ni la prisión francesa, do por nuevo camino me han traído, privarán de su bien mi pensamiento; con que no sólo ningún mal me pesa, mas aun, señora, viéndome perdido, conozco que lo estoy, y no lo siento.