Comentarios de la guerra de las Galias (Wikisource tr.)/Libro 8/Prólogo

Prólogo al Libro Octavo de la Guerra de las Galias


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Traducción del Latín por el Usuario Arturiano (disc. · contr.)
Donación del traductor


Prólogo Primero
Prólogo Segundo



Prólogo Primero

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(1) Movido de tus continuas instancias, Balbo, pues te parece que mi porfiada resistencia no tanto se dirigía a excusar la dificultad, como la flojedad mía, he entrado en un empeño sumamente difícil. (2) He compuesto un comentario de los hechos de nuestro gran César en las Galias, no comparable a sus escritos prdecesores y posteriores; y he formado otro, bien que imperfecto, de los sucesos de Alejandría hasta el fin, no de la disensión civil, que éste hasta ahora no le vemos, sino de la vida de César. (3) Los cuales ojalá sepan los lectores cuan contra mi voluntad he emprendido escribirlos, para que más fácilmente me absuelvan del crimen de necio y arrogante en haberme interpolado con los escritos de César. (4) Porque es constante entre oídos, que no se halla obra de alguno escrita con todo el trabajo y esmero posible, que no quede oscurecida a la vista de la elegancia de estos comentarios, los cuales se han publicado para que los escritores tuviesen noticia de tales sucesos; y han merecido tanta estimación en la opinión de todos, que no parece dan facultad a los autores, sino se la quitan, para escribir sobre ellos una historia. (5) Acerca de lo cual es mucho mayor la admiración mía que la de los demás, porque los otros saben al cabo con cuánta elegancia y pureza están escritos; pero yo fui testigo de cuan pronta y fácilmente los concluyó. (6) Tenía César, no sólo una suma facilidad y elegancia en el escribir, sino también una rara habilidad para explicar sus pensamientos. (7) Además, no tuve yo la suerte de hallarme en la guerra de África, ni en la de Alejandría; de las cuales, aunque en mucha parte tuve noticia por conversaciones del mismo César, con todo, con diferente impresión oímos aquellos hechos que nos preocupan con la novedad, o la admiración, de aquella con que referimos los sucesos como testigos de vista. (8) Más, cuando voy recogiendo todas las razones de excusarme de ser puesto en paralelo con César, caigo en este mismo delito de arrogancia de pensar, que a juicio de algunos pueda yo ser comparado con él. Adiós.

Prólogo Segundo

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No ignoro que César hizo de cada año un comentario; mas yo he pensado que no debía hacer lo mismo; porque en el año en que fueron cónsules Lucio Paulo y Cayo Marcelo, no hubo suceso memorable en la Gaita. Sin embargo, para que se sepa en qué parajes estuvo César y su ejército, he añadido estas pocas noticias al mismo comentario.