Cierto no puede ser sino buen hora

Cierto no puede ser sino buen hora
de Hernando de Acuña


 Cierto no puede ser sino buen hora   
 en la que yo tomé tal presupuesto,   
 como ver la hermosura de aquel gesto   
 que con tanta razón esta alma adora;   
 

 mas no penséis que no la veo ahora,  
 que el espíritu siempre está dispuesto   
 a ver la ausente, y mi memoria en esto   
 se engrandece, se ensalza, y se mejora,   
 

 ved cuánto, que no puedo ya conmigo,   
 pensando que estos ojos lo han de ver 
 como con los del alma ya la veo;   
 

 y pensando este bien, de ufano digo:   
 ¡quién pudo jamás tanto merecer,   
 o que más alto fin, tiene el deseo!