Cartas a un ángel
Tu alma virginal,
como a tavés de un tul,
sonríe en el cristal
de tu pupila azul;
y robas la ilusión
si bañan su matiz
tus ojos con la luz del corazón.
La nieve palpitante de ese pecho de marfil,
las rosas que tus labios le robaron al abril,
en eco arrobador
responden a mi afán
que un cielo es la esperanza de un amor.
II
La vida es una flor
purísima al nacer...
su aroma es el amor,
su cáliz el placer.
Es rosa que al tocar
la mano juvenil,
enseñan sus espinas a llorar;
mas diera de ese cielo que matiza el arrebol
el rayo de esperanza que alumbra como el sol
y el sueño del Edén
que el alma ve lucir
por una de tus lágrimas,mi bien.
III
Hermoso es contemplar
el sol en el confín
vertiendo sobre el mar
sus olas de carmín;
y es bello al descender
bañado en tibia luz
un rayo del crepúsculo al nacer.
Encanto de los ojos es del alba el tornasol
que esmalta de oro y grana los espacios como el sol...
¡Ah!,nunca al despertar
la aurora tiene luz
más bella que el azul de tu mirar.
IV
La estrella que al lucir
fascina la ilusión,
no vierte ese latir
que agita el corazón.
Tu escuchas al posar
tu planta junto a mí
la voz de mi esperanza suspirar.
Las flores que semejan de los cielos el tapiz
no tienen de tus labios el aroma ni el matiz...
Si mi esperanza en flor
pudiera retratar
tendría de tus ojos el color.
V
Paloma del Edén
tus blancas alas son
el suspirado bien
que sueña el corazón.
Frescura y sombra aquí
de flores te daré
y un mundo de ternura para tí.
las penas que suspira por la noche el ruiseñor
y el rayo de la luna sobre el aura temblador,
no vierten un igual
encanto para mí
que el beso de tus labios de coral.
VI
Estrellas son tus ojos que iluminan
cuanto ven
y en ellos puso el cielo la sonrisa
del Edén.
Si un ángel te hizo Dios,
busquemos sombra aquí
y el nido del amor para los dos.