Carta de Mariano Egaña a Juan Egaña (4 de Mayo de 1824)
VALPARAÍSO, 4 DE MAYO DE 1824.
Mi amadísimo padre,
Acabo de recibir su carta de ayer con las nuevas noticias. Es materia tan importante, que merece pensarse y consultarse mucho, como lo estoy haciendo, y mañana escribiré a Ud. mi decisión, teniendo muy presente todas sus reflexiones. Entre tanto aquí sigo entre melancolías y resoluciones. A la fecha habrá Ud. recibido mi carta de ayer cuya contestación aguardo con mis encargos. Todos los días tendrá Ud. carta mía, mientras yo permanezca aquí. Ayer sentí mucho no haberla recibido de Ud. Mis compañeros están buenos, aunque pasean mucho, y, por consiguiente, me ayudan muy poco. He hecho mis viajes a bordo y me he estado acomodando, fatigado con la multitud de menudencias que me ocurren, falta de tiempo y mala disposición de mi espíritu.
Es probable que ahora hablen malísimamente de la expedición a Chiloé. Tenga Ud. presente para defenderme, que he sido siempre muy opuesto a toda otra expedición que la del Perú, a donde he sostenido que convenía poner todo el empeño, pues Chiloé, sin necesidad de ataque, cedería cayendo el Perú.
No siento que los franceses tomen parte contra América. Ojalá fuera así. Ese es el momento en que se decide la Inglaterra.
Le recomiendo mucho, mi padre, el cuidado de mi cuarto; allí están todos mis papeles.
Mañana irá el oficio sobre la Procuraduría Nacional. Cuasi pensaba despachar a Ud. una firma en blanco para que me lo llenase como quisiese.
A mi madre, que estas cartas le son también dirigidas como a Ud. Mil cosas a Dolores.
Soy, mi padre, su
Mariano.
P. D. Mando una copia del decreto que proveyó Benavente sobre el secretario y que me ha transcrito. Debe agregarse a la colección que dejé a Ud.