Carta de Mariano Egaña a Juan Egaña (20 de Mayo de 1824)


VALPARAÍSO, 20 DE MAYO DE 1824.

Mi amadísimo padre,

Ayer avisé a Ud. mi próxima partida, ya voy a embarcarme; y he tenido el gusto de recibir antes su carta de ayer y la de mi madre a quien había escrito. Nada ocurre de nuevo.

Sucedió lo que yo había previsto y no pude evitar: que no habían de pagar incontinenti en la Caja. Ya acabo de librar en favor de Rosales, porque no tenía aquí cómo pagarle; y faltar en la prontitud del pago a un hombre delicado, y que me ha hecho mil servicios, me sería muy sensible. Restaba ahora que Drewek saliese con alguna parecida. Tenga Ud. muy presente que el bergantín salió bajo la garantía solemne de que Drewek respondía por él; aunque en esto creo no haya dificultad.

Hasta aquí llevaba escrito, y ya me iba a bordo cuando se me aparece el capitán diciéndome que si no le pago el importe total del pasaje, no puede salir, porque lo detiene un tal Brown su acreedor por una dita casi igual. Nuestra contrata es expresa en cuanto a que sólo le he de satisfacer aquí la mitad, y la otra en Londres ocho días después de mi llegada; pero después de una consulta con el Gobernador, Rosales y otros, teniendo presente que ir con el capitán del buque en estado de disgusto es un mal grave, he convenido sin poderme resistir en este pago. Para verificarlo he tenido que deshacerme del dinero que llevaba para cualquier accidente, y aun me faltan, ciento treinta, o ciento y cuarenta pesos que librar contra Ud. porque me he visto ahogadísimo. Ellos se cubrirán con un resto que Ud. me tiene, y que había quedado de dar a Astorga para el lleno de ciertos gastos; pero como aun no los ha de haber recogido de poder de Ud. cuando ocurra, que yo le he dado otro destino, y que por consiguiente no lo tome; pero si de aquella plata que me dijo producto de la sal de secuestros destinada al Instituto tuviera Ud. que encargar algo a Londres, use de ella para este pago, y libre contra mí. Por consiguiente la letra que ahora giraré contra Ud. será de mil y sesenta o cincuenta pesos porque no sé todavía el líquido.

Ya no salgo hoy hasta mañana. Escribiré entonces. Dígale a mi madre que tengo muy presente su consejo.

A Dios mi amado padre, soy su

Mariano.