Carta de Mariano Egaña a Juan Egaña (13 de Mayo de 1824)
VALPARAÍSO, 13 DE MAYO DE 1824.
Mi amadísimo padre,
Nada ocurre hoy de nuevo: ha cesado el temporal, y no ha causado estragos, pero el correo no ha llegado y son más de las tres.
Ha salido la Sentencia de los árbitros. He ganado porque sólo abonan al capitán 550 pesos; pero su apoderado no quiere conformarse, y ya tiene recibida la plata. En fin; hoy allanaré esto. De todos modos: mañana paso mi oficio solicitando el abono o cubierto en esta Aduana.
Es cuestión que exige mucha meditación y que me ha tenido muy dudoso, la de si deberé irme a Santiago, o permanecer aquí. Yo estoy incómodo por el cuidado de esta casa, y falta de método de mi vida. Quisiera salir de aquí, pero uno de los mayores tormentos de mi vida ha sido tener que dejar mi casa y objetos tan caros, y no quisiera volver a pasar por él. Por otra parte si el Cónsul se despacha breve me lo ha prometido y lo espero, apenas tendría tiempo para ir y volver. No sé qué hacerme. Lo que siento es la salida del bergantín, que aun creía que si el mal tiempo no le dejaba salir, podría todavía servirme. Hoy se ha ido.
Mándeme una medida de su peluquita, porque pienso mandarle una.
Ha llegado el correo, y no viene carta de Ud. Estoy con cuidado.
Va una copia de la sentencia de arbitraje.
A Dios mi amado padre, soy su
Mariano.