Carta de Don Alfonso Carlos a Fal Conde sobre la denominación de la Comunión Tradicionalista

Querido D. Manuel Fal Conde:

Algunos leales me han consultado sobre el uso de la denominación «Comunión Tradicionalista». Para contestar a los que me hicieron esa pregunta, voy a manifestarles que a la muerte de mi querido sobrino Jaime (q.e.p.d.), quise usar mi segundo nombre de pila, Carlos, junto al primero, en recuerdo de mi inolvidable hermano, y como prueba de mi devoción a la denominación de Carlista de nuestra Comunión, desde mi abuelo Carlos V. Pero como ésta unas veces fue llamada Carlista y otras Jaimista, según su caudillo, dispuse que el nombre oficial fuese el de «Comunión Tradicionalista» como definición de los principios que hemos venido sustentando desde hace un siglo.

Ahora bien; es impropio que nadie se titule «tradicionalista» fuera de nuestra gloriosa Comunión, que es la única con derecho a llevar ese nombre, expresión de su bandera secular; como incomprensible que pueda haber quienes se digan tradicionalistas y no quieran llamarse «carlistas», o que otros usen el calificativo de «carlistas» estando fuera de nuestra disciplina.

Los nuestros pueden llamarse carlistas, jaimistas o tradicionalistas, pero siendo leales a mi persona y disciplinados a las autoridades de la Comunión.

Esta nuestra Comunión se llama oficialmente Tradicionalista, pero mucho me alegrará que nuestros Círculos, Juntas, Requetés, Margaritas y periódicos añadan al nombre de tradicionalistas el de «carlistas», como reprobación de los que indebidamente usan el calificativo de «tradicionalistas» o el de «carlistas» estando fuera de nuestra Comunión.

Te ruego publiques esta carta mía para conocimiento de mis leales.

Con las más cariñosas memorias querido D. Manuel Fal Conde quedo de corazón tu afectísimo

Viena, 19 de julio de 1935

ALFONSO CARLOS