Carta de Amanullah a Lenin


Carta de Amanullah a Lenin (diciembre de 1920)
de Emir Amanullah de Afganistán

Para el gran, el defensor de la civilización humana, el protector más sincero de los pueblos orientales y el amigo del Estado libre y de la nación afgana, Su Suprema Excelencia el Presidente de la gran República Rusa, que Alá lo preserve:

Con motivo de la finalización satisfactoria de las recientes negociaciones concernientes al establecimiento de las bases para las relaciones de vecindad y amistad entre los gobiernos de la República Soviética Rusa bajo su Alta Presidencia y mi Gobierno Imperial, y la conclusión de un tratado amistoso, felicito a mi gran amigo el Presidente Lenin, expresando mi alegría en esta materia y esperando que el tratado antes mencionado será confirmado y sus disposiciones entrarán en vigor lo más rápidamente posible.

En vista del hecho de que el Gobierno de la República Soviética Rusa ha dirigido sus propósitos bien intencionados y simpatías hacia el derrocamiento en todo el mundo de la política del imperialismo, y en especial hacia la liberación de los pueblos del Este del despotismo del imperialismo mundial y hacia el establecimiento de condiciones en las que cada pueblo decida por sí mismo su destino como un Estado, estos asuntos fueron en sí mismos la razón para el afán supremo y para la regulación de las relaciones entre mi Gobierno Imperial y el Gobierno de la República Soviética Rusa.

Las obligaciones mutuas, que están conclusas en el tratado sobre esta política, en lo que respecta a la garantía de preservación de la independencia de los Gobiernos de Bujara y Jiva, nosotros las consideramos también como una prueba material de esas ideas amantes de la libertad.

Desde Su Alteza Jemal Pasha, quien desde entonces ha estado en nuestra capital, hemos oído hablar de todas las ideas nobles y las intenciones del Gobierno de la República Soviética Rusa en relación con el derecho a la emancipación de la totalidad del mundo oriental, y del hecho de que la mencionada Gobierno ha firmado una alianza con el Gobierno de Turquía, que en la guerra actual ha sufrido un ataque del tipo más injustificable, y en la confirmación de esa alianza le ha dado ayuda material y moral. Estas explicaciones e informaciones fortalecen y confirman más que nunca nuestras esperanzas y creencias en las acciones de su Gobierno.

El Gobierno Afgano tiene grandes esperanzas con respecto a este objetivo común, al que atribuye gran importancia, y lugares como el fundamento mismo de su política de este objetivo, humano con respecto a toda la humanidad, y está listo por todos los medios y en todo momento a seguir la continuación de nuestra mutua amistad. Por tanto, el Gobierno Afgano espera que la sinceridad de sus ideas y esperanzas se reunirá con el respeto y la confianza que merece su alta parte. Y yo, de la manera más fuerte, espero que, en aras de la realización de estas ideas y esperanzas, de una manera especial su alta parte facilitará los esfuerzos que se están realizando en el logro de ciertas posibilidades inmediatas.

El tratado que hemos concluido estableció las bases de nuestras relaciones sinceras, y no tenemos ninguna duda de que en el futuro de estas bases será aún más reforzado y confirmado, y que el logro de estos objetivos mutuas de alto se justifican los deseos de ambas partes.

Puesto que es mi deseo Imperial que ciertos malentendidos que hasta ahora causaron funcionarios de ambos lados en las actuales relaciones de los dos Estados debe ser rápidamente liquidados, las instrucciones necesarias se han dado a las personas adecuadas. Espero que Ud., será tan bueno como para dar instrucciones similares a las personas adecuadas con el objeto de facilitar las relaciones de amistad.

En particular, le ruego que no se nieguen a dar las instrucciones sugeridas por nuestro Ministro de Relaciones Exteriores al Comisario de Relaciones Exteriores, sobre determinados acuerdos complementarios, económicos y en lo que respecta a los representantes consulares, para confirmar y regularizar las relaciones entre los dos Estados, se debe aceptar a la mayor brevedad posible.

Espero que los esfuerzos que estamos haciendo, cuyo objeto es la liberación de todo el mundo oriental, se vean coronados por el éxito, y le ruego que acepte la expresión de mi extraordinario respeto.

Su amigo, Emir Amanullah.