Canciones Surianas/Mi Guitarrico
«Asigún» yo «quero;»
Tiene cinco cuerdas bien «arrestiradas»
que se «rín» ó lloran con mis «rasguñadas.»
A guisa de lira de oro
yo tengo mi guitarrico,
con el cual siempre acompaño
cantos del Sur á los indios.
Su caja comba es la fuerte
coraza de un armadillo,
y tiene cinco clavijas
porque sus cuerdas son cinco.
Su cuello es delgado y corto,
negra su boca de abismo;
¡boca que canta ó suspira
con un dolor infinito!
Cuando las copiosas lluvias
anuncian años profícuos,
y mas tardes los graneros
se ven de mieses henchidos;
en medio a la gente agrícola,
que festeja á San Isidro,
se eleva el rústico canto
de mi pobre guitarrico.
En las bodas pastoriles
de Galatea y Mirtilo,
lanza sus epitalamios
y ríe de regocijo;
y en los entierros solemnes
de los viejos y los niños,
tras el trueno del petardo
él desgrana su llorido.
Y llega la Noche Buena
con sus brumas y sus fríos,
y entonces lanza á los aires
sus alegres villancicos.
¡Oh vihuelita serrana
que llevo siempre conmigo;
histérica cuyos nervios
pongo en tensión al herirlos!
Pues eres la musa joven
que inspira los versos míos,
arrúllenme tus rasgueos,
aduérmanme tus sonidos;
y que á tu rítmico acorde
como á un conjuro divino,
surjan, abiertas las alas,
las canciones de este libro.