Cancionero (Petrarca)/Ya otras veces del bello rostro humano

Ya otras veces del bello rostro humano
tentó mi guia fiel ardida y fuerte
asaltar con palabra en que alma vierte
a mi enemiga en acto humilde y llano.

Pero hace su mirar mi intento vano,
pues cualquier desventura, cualquier suerte
mi bien, mi mal, mi vida y aun mi muerte
aquel que rige en mí puso en su mano.

Por lo que voz hallé tan macilenta
que apenas otro que no yo entendiera:
¡así temblando por Amor me apoco!

Y veo que si bien la llama fiera
la lengua liga al otro, el estro ahuyenta,
que aquel que puede hablar, es que arde poco.