Cancionero (Petrarca)/Si en ciego afán que el corazón destruye

Si en ciego afán que el corazón destruye,
no me engaño contando el tiempo ido,
ahora, mientras que hablo, el tiempo huye
que a mí y a mi favor fue prometido.

¿Qué sombra atroz en la semilla influye
que era tan junta al fruto apetecido?
¿Qué fiera en mi redil rugir se intuye?
¿Qué estorbo espiga y mano ha dividido?

¡Ay, que no sé! Mas sí que se me alcanza
que, porque en vida más padezca y pene,
Amor me puso en tan dulce esperanza.

Y hoy se me acuerda el verso y su enseñanza:
llamarse hombre feliz jamás conviene
antes del día que la muerte alcanza.