Cancionero (Petrarca)/Si el fuego el fuego mismo no modera

Si el fuego el fuego mismo no modera,
ni por lluvia nunca un río fue secado,
pero siempre dos iguales se han sumado
y a menudo un contrario a otro genera,

Amor, tú que en mí eres quien impera,
y dos siempre en un alma has concertado,
¿por qué haces con rigor tan desusado
que menos, cuanto más quiero, ella quiera?

Como el Nilo, quizás, con gran estruendo
ensordece su orilla en catarata,
y el sol a quien lo ve a no ver condena,

el deseo, que concierto alguno acata,
acaba en su atropello el bien perdiendo,
y al mucho espolear la fuga frena.