Cancionero (Petrarca)/Gracias que el cielo así a pocos destina

Gracias que el cielo así a pocos destina
rara virtud, ajena a humana gente,
bajo rubios cabellos cana frente,
y en humilde mujer beldad divina;

prestancia singular y peregrina,
cantar que el alma misma es quien la siente,
celeste andar, y bello espirtu ardiente
que el rigor rompe y la altivez inclina;

mirar que petrifica el mismo pecho,
capaz de iluminar noche y abismo,
y da o arranca el alma a quien lo ha hallado;

y un hablar todo de agudeza hecho,
y un suspirar que lleva al paroxismo;
de estos encantadores fui mudado.