Cancionero (Petrarca)/Dos bellos ojos vi en tal estrella

Dos bellos ojos vi en tal estrella
tan llenos de recato y de dulzura,
que fuera del lugar que ocupa ella
de nada más mi corazón se cura.

No iguala su beldad quien se asegura
en cada edad y patria por más bella;
ni a quien dió con su única hermosura
su afán a Grecia, a Troya su querella;

no a la bella romana que con hierro
abrió su casto pecho desdeñoso;
ni a Isífile ni a Argía o Polixene.

Esta excelencia es gloria, si no yerro,
para el mundo, para mí sueño dichoso,
que vase presto, como tarde viene.