Cancionero (Petrarca)/De Amor seguido al sitio acostumbrado

De Amor seguido al sitio acostumbrado,
armado como aquel que espera guerra,
y se aposta, y el paso entorno cierra,
de antiguos pensamientos iba armado.

Volvíme y vi una sombra que a mi lado
trazaba el sol, y conocí en la tierra
a aquella que, si el juicio ahora no yerra,
era más digna de inmortal estado.

Iba entre mí diciendo: «¿Por qué temo?»;
y apenas escuchó esto mi sentido,
cuando el rayo al fin hallé por que me quemo.

Como es con el fulgor el trueno oído,
así fui de unos ojos en extremo
y de un dulce saludo a un punto herido.