Cancionero (Petrarca)/Cuantas veces, ¡ay, triste!, Amor me inquieta

Cuantas veces, ¡ay, triste!, Amor me inquieta
que más de mil son entre noche y día,
vuelvo allá donde el ascua vi que ardía
que a eterno fuego el pecho me sujeta.

Y allí tal me reduce y tal me aquieta,
que al alba, tarde, noche o mediodía,
tan sosegada está en la mente mía
que no hay cosa que luego me acometa.

Y la aura suave, que del gesto hermoso
con sabia y dulce voz se mueve y vuela
por que allá donde sople reine calma,

como espirtu gentil de Edén frondoso,
sïempre en aquel aire me consuela;
pues nunca en otro más respira el alma.