Cancionero (Petrarca)/Aquella que en el gesto mi alma lleva

Aquella que en el gesto mi alma lleva,
hallé donde el amor me divertía,
y allá para rendirle pleitesía
moví la frente en reverencia nueva.

Apenas de mi estado tuvo prueba,
volvióse a mí con tal color que habría
a Júpiter, ardiendo en furia impía,
rendido arma y desvestido greba.

Me recompuse, y luego hablando ella
pasó de modo que no más sufriera
su voz ni el centelleo de sus ojos.

Y tal ahora es la dicha lisonjera,
al recordarme de la estampa aquella,
que nunca más sentí, ni hoy siento enojos.